Pregunta

¿Qué es la salmodia exclusiva?

Respuesta
La salmodia exclusiva es la creencia de que los cristianos deben cantar solo los salmos (y no ningún otro tipo de himnos o canciones) en el culto de la iglesia. Esta doctrina está especialmente presente en algunas denominaciones reformadas y presbiterianas, y se basa en la idea de que Dios ha prescrito en Su Palabra los elementos específicos de la adoración, incluyendo qué debe cantarse. Los defensores de esta práctica creen que solo los salmos forman parte del canon inspirado por Dios y que, por tanto, cantar cualquier otra cosa en el culto público sería introducir elementos no autorizados.

Los cristianos son un pueblo que canta. Una de las características de estar lleno del Espíritu es cantar: "Sean llenos del Espíritu. Hablen entre ustedes con salmos, himnos y cantos espirituales, cantando y alabando con su corazón al Señor" (Efesios 5:18–19, NBLA). La música es una forma hermosa de comunicar el evangelio y enseñar a otros creyentes: "Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones" (Colosenses 3:16, NBLA). Los cristianos expresan su gozo en el Señor a través del canto: "¿Está alguien alegre? Que cante alabanzas" (Santiago 5:13, NBLA).

Así vemos que cantar cánticos de alabanza sinceros y agradecidos es un mandato para los creyentes del Nuevo Testamento. El canto cristiano refleja su alegría y es un vehículo de verdad para impartir sabiduría a los demás. La cuestión en torno a la salmodia exclusiva no es si una iglesia puede cantar salmos bíblicos en sus reuniones (por supuesto que puede), ni si debe hacerlo. La cuestión es si una iglesia debe cantar únicamente los salmos bíblicos.

Las iglesias que enseñan la salmodia exclusiva ven esta práctica como bíblica—ya que sus cantos están compuestos exclusivamente de Escritura inspirada—y en línea con la tradición. Al cantar solo los salmos, creen que pueden agradar más a Dios en su adoración. Dicen que es correcto que el culto a Dios sea guiado por el libro inspirado de los Salmos en lugar de por las palabras no inspiradas de los hombres. Dios nos dio un himnario con 150 cánticos, y la iglesia no debería buscar música en otra parte. (Cabe señalar que la posición de la salmodia exclusiva no prohíbe el uso de himnos u otros cantos en general; la restricción aplica solo al momento del culto colectivo como iglesia, donde únicamente se deben usar los salmos).

Aunque no hay nada malo en cantar los Salmos en la iglesia—de hecho, hay mucho de bueno en ello—, la salmodia exclusiva presenta algunos problemas. Primero, no existe un versículo en la Biblia que ordene el uso exclusivo de los salmos en la adoración. De hecho, Efesios 5:19 menciona tres tipos de cantos apropiados para el cristiano, sin imponer restricciones sobre cuál usar en el culto colectivo.

Parece que la iglesia primitiva utilizaba música además de los salmos. Muchos comentaristas creen que algunos himnos cristianos primitivos aparecen en el Nuevo Testamento, por ejemplo, en Efesios 5:14; 1 Timoteo 3:16 y 2 Timoteo 2:11–13. Además, el uso de canciones aparte del libro de los Salmos ha sido común a lo largo de la historia de la iglesia. Reformadores como Juan Calvino incluyeron himnos no inspirados en los salterios que compilaron. Algunos reformadores incluso compusieron himnos ellos mismos—Martín Lutero escribió varios, incluido "Castillo fuerte es nuestro Dios"—, al igual que puritanos como John Bunyan.

La salmodia exclusiva restringe el ejercicio de talentos musicales y la capacidad de composición dentro del culto congregacional. Según esta práctica, un músico dotado por Dios no puede utilizar su don en un servicio de adoración. Excluir tales talentos de la edificación del Cuerpo de Cristo va en contra del propósito mismo de los dones.

Quienes promueven la salmodia exclusiva parecen confundir lo que J. I. Packer llama la "esencia" del culto con las "circunstancias" del culto. La esencia del culto está definida en la Biblia: orar, enseñar la Palabra, cantar, mantener la comunión, etc. La iglesia no tiene derecho a alterar esa esencia. Sin embargo, las circunstancias del culto son flexibles. No hay nada en la Escritura que dicte qué tipo de edificio debe usar una iglesia—o incluso si debe tener edificio—. Las iglesias tienen libertad en Cristo para decidir sobre el uso de bancos, vitrales, vestimentas, platos de ofrendas, instrumentos musicales y tipo de canciones. Cuando un grupo convierte una circunstancia del culto (como cantar salmos) en una esencia del culto, surgen los problemas.

¿Tiene una iglesia libertad para cantar solo salmos? Absolutamente. ¿Tiene libertad para incluir otros cantos también? Sí. En lugar de limitar la adoración a los cantos de David, Asaf y otros del libro de los Salmos, debemos permitir también que la iglesia "[cante] al Señor un cántico nuevo" (Salmo 96:1, NBLA).