Pregunta
¿Qué significa que "las piedras clamarán" en Lucas 19:40?
Respuesta
La mención de piedras que claman aparece en el contexto de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, una semana antes de Su crucifixión. Jesús entró montado en el pollino de una asna prestada, y las multitudes lo alababan como "el Rey que viene en el nombre del Señor" (Lucas 19:38, NBLA). Al ver esta escena, algunos fariseos que estaban allí dijeron: "Maestro, reprende a tus discípulos" (versículo 39).
Los fariseos, incapaces de frenar el entusiasmo de la multitud, le pidieron a Jesús que pusiera fin a lo que ellos consideraban una blasfemia.
La respuesta de Jesús fue: "Les digo que si estos se callan, las piedras clamarán" (Lucas 19:40, NBLA). ¿Qué quiso decir con eso? ¿Acaso las rocas empezarían literalmente a gritar alabanzas al Señor? Lo más probable es que no. La expresión "las piedras clamarán" parece ser proverbial y no debe entenderse de manera literal. El sentido es que sería más fácil que ocurriera algo imposible a que el Rey de reyes entrara en Su ciudad sin recibir reconocimiento.
Al decir que las piedras clamarán, Jesús da a entender que las aclamaciones del pueblo no solo eran apropiadas, sino necesarias, y no debían ser reprimidas. La gente de Jerusalén expresaba un gozo tan genuino, tan necesario, que si ellos no lo manifestaban, incluso objetos inanimados tendrían que llenar ese vacío. Colosenses 1:16 dice que toda la creación fue hecha para la gloria de Dios. Todo en la creación declara Su alabanza. Sin embargo, los seres humanos fuimos creados a imagen de Dios (Génesis 1:27), por lo tanto, somos quienes debemos alabarlo con mayor razón.
Poco después, el pueblo guardaría silencio. Y para el viernes, muchos de los que lo aclamaban estarían gritando para que lo crucificaran (Lucas 23:18–23).
La imagen de piedras clamando en alabanza al Señor es poética y sorprendente. La Escritura está llena de pasajes poéticos similares donde se presenta a objetos inanimados alabando a Dios. Por ejemplo, en el Salmo 114:6, "montes, que saltan como carneros" (NBLA). Isaías 55:12 dice: "Los montes y las colinas prorrumpirán en gritos de júbilo delante de ustedes, y todos los árboles del campo aplaudirán" (NBLA). Y en el Salmo 148 se enumeran muchos elementos de la creación que alaban a su Creador: el sol, la luna, las estrellas, los cielos, las aguas, los animales y las personas. Todo lo que existe fue creado para honrar a Dios.
Los fariseos, incapaces de frenar el entusiasmo de la multitud, le pidieron a Jesús que pusiera fin a lo que ellos consideraban una blasfemia.
La respuesta de Jesús fue: "Les digo que si estos se callan, las piedras clamarán" (Lucas 19:40, NBLA). ¿Qué quiso decir con eso? ¿Acaso las rocas empezarían literalmente a gritar alabanzas al Señor? Lo más probable es que no. La expresión "las piedras clamarán" parece ser proverbial y no debe entenderse de manera literal. El sentido es que sería más fácil que ocurriera algo imposible a que el Rey de reyes entrara en Su ciudad sin recibir reconocimiento.
Al decir que las piedras clamarán, Jesús da a entender que las aclamaciones del pueblo no solo eran apropiadas, sino necesarias, y no debían ser reprimidas. La gente de Jerusalén expresaba un gozo tan genuino, tan necesario, que si ellos no lo manifestaban, incluso objetos inanimados tendrían que llenar ese vacío. Colosenses 1:16 dice que toda la creación fue hecha para la gloria de Dios. Todo en la creación declara Su alabanza. Sin embargo, los seres humanos fuimos creados a imagen de Dios (Génesis 1:27), por lo tanto, somos quienes debemos alabarlo con mayor razón.
Poco después, el pueblo guardaría silencio. Y para el viernes, muchos de los que lo aclamaban estarían gritando para que lo crucificaran (Lucas 23:18–23).
La imagen de piedras clamando en alabanza al Señor es poética y sorprendente. La Escritura está llena de pasajes poéticos similares donde se presenta a objetos inanimados alabando a Dios. Por ejemplo, en el Salmo 114:6, "montes, que saltan como carneros" (NBLA). Isaías 55:12 dice: "Los montes y las colinas prorrumpirán en gritos de júbilo delante de ustedes, y todos los árboles del campo aplaudirán" (NBLA). Y en el Salmo 148 se enumeran muchos elementos de la creación que alaban a su Creador: el sol, la luna, las estrellas, los cielos, las aguas, los animales y las personas. Todo lo que existe fue creado para honrar a Dios.