Pregunta

¿A qué se refería Jesús cuando hablaba de hacer amigos mediante las riquezas injustas (Lucas 16:9)?

Respuesta
En Lucas 16:9 (NBLA), Jesús dice: "Pero Yo les digo: háganse amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando les falten, los reciban en las moradas eternas". Otras traducciones interpretan este versículo de la siguiente manera:

"Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando estas falten, os reciban en las moradas eternas" (RVR1960).

"Aquí está la lección: usen sus recursos mundanos para beneficiar a otros y para hacer amigos. Entonces, cuando esas posesiones se acaben, ellos les darán la bienvenida a un hogar eterno” (NTV).

"Por eso les digo que se valgan de las riquezas deshonestas para ganar amigos, a fin de que cuando estas se acaben haya quienes los reciban a ustedes en las viviendas eternas" (NVI).

La declaración de Jesús sobre el uso de "riquezas de este mundo" para "ganar amigos" aparece al final de la parábola del mayordomo infiel (Lucas 16:1-8). La idea de usar "mamón" o "riquezas injustas" para hacer amigos en el mundo nos parece impropia, y la promoción de tal idea por parte de Jesús nos parece, como mínimo, extraña. Para entender lo que Jesús quiere decir en el versículo 9, debemos comprender Su punto de vista en la historia anterior.

En primer lugar, la parábola del mayordomo infiel se cuenta para beneficio de los discípulos. La parábola es algo poco ortodoxa y el escenario es inusual. En la mayoría de las parábolas de Jesús, el protagonista representa a Dios, a Cristo o a algún otro personaje positivo. En esta parábola, todos los personajes son malvados: tanto el mayordomo como el hombre cuyas posesiones administra son personajes desagradables. Jesús no nos exhorta a imitar el comportamiento de estos personajes, sino que trata de enseñarnos un principio espiritual.

En la parábola, un hombre rico llama a su mayordomo y le informa que lo despedirá por administrar mal los recursos de su amo. El mayordomo decide tomar medidas para asegurarse el sustento una vez que pierda su trabajo. A espaldas de su señor, hace algunos tratos astutos: si aceptas darme refugio cuando me echen, reduciré inmediatamente la deuda que tienes con mi señor. Cuando el señor se da cuenta de lo que ha hecho el astuto sirviente, lo elogia por su "astucia".

En su aplicación de la historia, Jesús dice: "pues los hijos de este siglo son más sagaces en las relaciones con sus semejantes que los hijos de la luz" (Lucas 16:8). Aquí, Jesús contrasta a los "hijos del mundo" (es decir, los incrédulos) con los "hijos de la luz" (los creyentes). Lamentablemente, los incrédulos tienden a ser más sabios en las cosas de este mundo que los creyentes en las cosas del mundo venidero. El mayordomo injusto engañó a su señor, pero al hacerlo se ganó la amistad de los deudores de su señor. Esas personas se vieron obligadas más tarde a cuidar de él cuando se le acabó el sustento.

Luego viene Lucas 16:9: "Pero Yo les digo: háganse amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando les falten, los reciban en las moradas eternas". Jesús anima a Sus seguidores a ser generosos con sus riquezas en esta vida para que en la vida venidera sus nuevos amigos los reciban "en las moradas eternas". Esto concuerda con la enseñanza de Jesús en el Sermón del Monte de acumular tesoros en el cielo (Mateo 6:19-21).

Al referirse a las "riquezas injustas", Jesús no está diciendo que los creyentes deban obtener riquezas de forma deshonesta y luego ser generosos con ellas. Injusto, aquí significa "relacionado con la vida en la tierra". En tu vida terrenal, "haz amigos", es decir, bendice a los demás. Utiliza los recursos económicos que tienes para llegar a los demás. El resultado serán amistades que perdurarán por toda la eternidad: las almas a las que lleguemos en este mundo nos acogerán algún día en las "moradas eternas".

El principio que Jesús enseña en Lucas 16:9 es que todo lo que poseemos debe utilizarse para promover el reino de Dios. Somos administradores de Dios. Así como el mayordomo injusto de la parábola fue “astuto" para beneficiarse materialmente, nosotros debemos ser "astutos" para beneficiarnos (y a los demás) espiritualmente. Debemos utilizar los recursos del Maestro para promover los objetivos del Maestro. Se nos han confiado bienes materiales y debemos utilizarlos para el beneficio eterno de los demás.

Si Dios es nuestro Amo, entonces nuestra riqueza está a Su disposición. El administrador fiel cuyo Amo es Dios empleará la riqueza que se le ha confiado para edificar el reino de Dios. La Nueva Traducción Viviente expresa bien este significado: "Aquí está la lección: usen sus recursos mundanos para beneficiar a otros y para hacer amigos. Entonces, cuando esas posesiones se acaben, ellos les darán la bienvenida a un hogar eterno" (Lucas 16:9).

Cuando damos a las misiones, cuando apoyamos a nuestra iglesia local, cuando damos a organizaciones benéficas en nombre de Jesús, entonces estamos utilizando "riquezas injustas y mundanas" para edificar el reino de Dios y ensalzar el nombre de Cristo. Estamos siendo "astutos" en nuestras relaciones en este mundo cuando tenemos los ojos puestos en las “moradas eternas" en las que un día habitaremos con nuestros “amigos" en Cristo.