Pregunta
¿Por qué un rey montaría un asno en lugar de un caballo de guerra? (Zacarías 9:9-10)
Respuesta
Muchos se preguntan por qué el rey mencionado en Zacarías 9:9-10 entraría a Jerusalén montado en un asno en lugar de un caballo de guerra. A primera vista, parece una elección inusual para alguien de realeza. ¿Acaso los reyes no montan corceles?
En el antiguo Medio Oriente, los líderes montaban caballos cuando iban a la guerra, pero montaban asnos cuando venían en son de paz. En 1 Reyes 1:33, se menciona que Salomón montó una mula el día que fue proclamado como el nuevo rey de Israel. Otras referencias a líderes montando asnos se encuentran en Jueces 5:10; 10:4; 12:14; y 2 Samuel 16:2.
La mención del asno en Zacarías 9:9-10 corresponde a la descripción de un rey que sería "justo y dotado de salvación, humilde" (NBLA). En lugar de llegar como un conquistador, este rey vendría en paz.
Zacarías 9:10 resalta este mensaje pacífico: "Destruiré el carro de Efraín y el caballo de Jerusalén, y el arco de guerra será destruido. Él hablará paz a las naciones, y Su dominio será de mar a mar, y desde el Río hasta los confines de la tierra" (NBLA).
Observamos varios elementos que simbolizan la paz:
- "Destruiré el carro": fin del principal vehículo de guerra.
- "Destruiré... el caballo de Jerusalén": no hay necesidad de caballos para la guerra.
- "El arco de guerra será destruido": no habrá necesidad de arcos ni flechas para luchar.
- "Hablará paz a las naciones": Su mensaje será de reconciliación.
- "Su dominio será de mar a mar": el Rey controlará un territorio extenso sin enemigos de los que preocuparse.
Jesús cumplió esta profecía de Zacarías. La paz que Él proclamó al mundo es el cumplimiento del canto de los ángeles en Lucas 2:14: "Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres en quienes Él se complace" (NBLA). De hecho, la bendición que Jacob pronunció sobre su hijo Judá incluye una referencia al asno y su cría (Génesis 49:11), y Jesús descendía de la tribu de Judá.
Zacarías 9:9 se cumplió durante la entrada triunfal, cuando Jesús montó un asno al entrar en Jerusalén el primer Domingo de Ramos (Mateo 21:1-11; Marcos 11:1-11; Lucas 19:28-44; Juan 12:12-19). Los versículos 10 en adelante se refieren a un tiempo futuro en el que el Mesías reinará tras derrotar a Sus enemigos en su segunda venida.
En el antiguo Medio Oriente, los líderes montaban caballos cuando iban a la guerra, pero montaban asnos cuando venían en son de paz. En 1 Reyes 1:33, se menciona que Salomón montó una mula el día que fue proclamado como el nuevo rey de Israel. Otras referencias a líderes montando asnos se encuentran en Jueces 5:10; 10:4; 12:14; y 2 Samuel 16:2.
La mención del asno en Zacarías 9:9-10 corresponde a la descripción de un rey que sería "justo y dotado de salvación, humilde" (NBLA). En lugar de llegar como un conquistador, este rey vendría en paz.
Zacarías 9:10 resalta este mensaje pacífico: "Destruiré el carro de Efraín y el caballo de Jerusalén, y el arco de guerra será destruido. Él hablará paz a las naciones, y Su dominio será de mar a mar, y desde el Río hasta los confines de la tierra" (NBLA).
Observamos varios elementos que simbolizan la paz:
- "Destruiré el carro": fin del principal vehículo de guerra.
- "Destruiré... el caballo de Jerusalén": no hay necesidad de caballos para la guerra.
- "El arco de guerra será destruido": no habrá necesidad de arcos ni flechas para luchar.
- "Hablará paz a las naciones": Su mensaje será de reconciliación.
- "Su dominio será de mar a mar": el Rey controlará un territorio extenso sin enemigos de los que preocuparse.
Jesús cumplió esta profecía de Zacarías. La paz que Él proclamó al mundo es el cumplimiento del canto de los ángeles en Lucas 2:14: "Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres en quienes Él se complace" (NBLA). De hecho, la bendición que Jacob pronunció sobre su hijo Judá incluye una referencia al asno y su cría (Génesis 49:11), y Jesús descendía de la tribu de Judá.
Zacarías 9:9 se cumplió durante la entrada triunfal, cuando Jesús montó un asno al entrar en Jerusalén el primer Domingo de Ramos (Mateo 21:1-11; Marcos 11:1-11; Lucas 19:28-44; Juan 12:12-19). Los versículos 10 en adelante se refieren a un tiempo futuro en el que el Mesías reinará tras derrotar a Sus enemigos en su segunda venida.