Pregunta
¿Cuál es el propósito de la pregunta "¿Qué es vuestra vida?" en Santiago 4:14?
Respuesta
Santiago 4:14 dice: "cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece" (RVR1960). Cuando Santiago pregunta "¿Qué es vuestra vida?", está usando una pregunta retórica. Su intención es que los lectores reflexionen sobre la brevedad de la vida humana en comparación con la eternidad de Dios. En otras palabras, Santiago los desafía a recordar que sus vidas son cortas. El tiempo pasa rápidamente.
Al hacer esta pregunta, Santiago también pone en duda la importancia de nuestros planes temporales. En el contexto del pasaje, él reprende a las personas arrogantes que presumen de sus planes futuros. Les desafía a no confiar demasiado en su propia capacidad para asegurarse el futuro, sino a buscar la voluntad del Señor y descubrir cuáles son Sus planes para sus vidas (Santiago 4:15).
Como seres humanos finitos y pecadores, no podemos determinar nuestro futuro ni saber con certeza qué ocurrirá. En cambio, Dios es eterno y omnisciente, y tiene un gran plan para su pueblo (Jeremías 29:11). Él sí puede determinar el futuro y lo conoce por completo (1 Juan 3:20). Por eso Santiago nos anima a confiar en Dios y a alinear nuestra voluntad con la Suya. En Santiago 4:15 nos dice que, en lugar de declarar con certeza lo que haremos, deberíamos decir: "Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello" (NBLA)
Santiago describe lo breve de la vida comparándola con un aliento, una neblina o un vapor. Hay muchos otros versículos en la Biblia que también muestran lo fugaz y temporal que es nuestra existencia. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento, Job se refiere a su vida como "un soplo" (Job 7:7, NBLA), y el Salmo 102:3 dice: "Porque mis días han sido consumidos en humo, y como brasero han sido quemados mis huesos" (NBLA).
La esperanza de vida promedio en el siglo veintiuno es de unos 73 años. Aunque eso puede parecer mucho tiempo y una vida completa, sigue siendo "un soplo" dentro del panorama eterno del plan de Dios para nosotros. Segunda de Pedro 3:8 dice: "Pero, amados, no ignoren esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día" (NBLA).
Ya que Dios es eterno y todo lo sabe, debemos confiarle toda nuestra vida y nuestros planes futuros, tal como Santiago nos exhorta en Santiago 4:14–15.
Al hacer esta pregunta, Santiago también pone en duda la importancia de nuestros planes temporales. En el contexto del pasaje, él reprende a las personas arrogantes que presumen de sus planes futuros. Les desafía a no confiar demasiado en su propia capacidad para asegurarse el futuro, sino a buscar la voluntad del Señor y descubrir cuáles son Sus planes para sus vidas (Santiago 4:15).
Como seres humanos finitos y pecadores, no podemos determinar nuestro futuro ni saber con certeza qué ocurrirá. En cambio, Dios es eterno y omnisciente, y tiene un gran plan para su pueblo (Jeremías 29:11). Él sí puede determinar el futuro y lo conoce por completo (1 Juan 3:20). Por eso Santiago nos anima a confiar en Dios y a alinear nuestra voluntad con la Suya. En Santiago 4:15 nos dice que, en lugar de declarar con certeza lo que haremos, deberíamos decir: "Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello" (NBLA)
Santiago describe lo breve de la vida comparándola con un aliento, una neblina o un vapor. Hay muchos otros versículos en la Biblia que también muestran lo fugaz y temporal que es nuestra existencia. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento, Job se refiere a su vida como "un soplo" (Job 7:7, NBLA), y el Salmo 102:3 dice: "Porque mis días han sido consumidos en humo, y como brasero han sido quemados mis huesos" (NBLA).
La esperanza de vida promedio en el siglo veintiuno es de unos 73 años. Aunque eso puede parecer mucho tiempo y una vida completa, sigue siendo "un soplo" dentro del panorama eterno del plan de Dios para nosotros. Segunda de Pedro 3:8 dice: "Pero, amados, no ignoren esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día" (NBLA).
Ya que Dios es eterno y todo lo sabe, debemos confiarle toda nuestra vida y nuestros planes futuros, tal como Santiago nos exhorta en Santiago 4:14–15.