Pregunta

¿Qué es un seminario?

Respuesta
Un seminario es una institución de estudios de posgrado (que ofrece títulos de maestría y/o doctorado) que prepara a personas para el ministerio como pastores, sacerdotes o rabinos. Por lo tanto, existen seminarios judíos, seminarios católicos y seminarios protestantes. A veces, a un seminario también se le llama escuela de teología. Un seminario puede formar parte de una universidad más grande o funcionar de manera independiente. Los seminarios protestantes pueden ser administrados por iglesias o denominaciones, o bien ser autónomos. Estos últimos pueden tener un enfoque particular, como la teología evangélica o, de forma más específica, la apologética, la teología dispensacionalista, las misiones o la plantación de iglesias. Algunos seminarios son más reconocidos por su formación práctica para el ministerio, mientras que otros se enfocan en el rigor académico y teológico. Hay seminarios que fueron fundados por iglesias o denominaciones, pero que con el tiempo rompieron o debilitaron sus vínculos con esas entidades.

El título básico que ofrecen la mayoría de los seminarios es el de Maestría en Divinidad (M.Div., por sus siglas en inglés), pero muchos también ofrecen una Maestría en Teología (Th.M.), un Doctorado en Ministerio (D.Min.) o un Doctorado en Filosofía (Ph.D.).

La palabra seminario proviene del término latino que significa "semilla". El seminario es un lugar donde las ideas (idealmente, ideas verdaderas) pueden plantarse, germinar, echar raíces en la vida de los estudiantes y, luego, dar fruto que ellos puedan compartir con aquellos a quienes ministran.

La Biblia no habla de seminarios como tal, pero sí menciona la educación formal y la formación religiosa. Pablo fue "educado bajo Gamaliel en estricta conformidad a la ley de nuestros padres" (Hechos 22:3, NBLA). Jesús mandó a Sus seguidores a enseñar a otros (Mateo 28:19–20). A Timoteo se le instruye a formar a líderes de la iglesia: "Y lo que has oído de mí en la presencia de muchos testigos, eso encarga a hombres fieles que sean capaces de enseñar también a otros" (2 Timoteo 2:2, NBLA).

En el libro de los Hechos encontramos lo que podría considerarse un primer prototipo del seminario moderno. Pablo estaba en Éfeso, donde habló en la sinagoga durante unos tres meses, hasta que la obstinación de los judíos lo obligó a irse. Pero la formación en el evangelio continuó: "Pablo se apartó de ellos llevándose a los discípulos, y discutía diariamente en la escuela de Tirano. Esto continuó por dos años, de manera que todos los que vivían en Asia oyeron la palabra del Señor, tanto judíos como griegos" (Hechos 19:9–10, NBLA). Un estudio diario de teología durante dos años en una sala de conferencias suena muy parecido a lo que se hace en un seminario moderno.

Los obreros aprobados por Dios son descritos como quienes "manejan con precisión la palabra de verdad" (2 Timoteo 2:15, NBLA), una cualidad que presupone el estudio de la Palabra. Dios puede usar a personas que nunca asistieron a un seminario—los apóstoles Pedro y Juan eran "hombres sin letras y sin preparación" (Hechos 4:13, NBLA). Pero el estudio formal de las Escrituras también puede ser una herramienta que Dios use, y los seminarios pueden proporcionar esa formación.