Pregunta

¿Qué dice la Biblia sobre las premoniciones?

Respuesta
Una premonición es una "corazonada" o presentimiento de que algo está a punto de suceder, generalmente algo negativo o incluso peligroso. Este sentimiento aparece sin conexión con un razonamiento lógico; es decir, no hay una base razonable para la premonición. Puede ir desde una sensación vaga de que "algo no está bien" hasta una impresión intensa y persistente de que alguien va a morir.

Las premoniciones no se deben confundir con la adivinación, que es el acto intencional de predecir el futuro. Dado que la adivinación busca interpretar presagios y recurre a un poder sobrenatural, la Biblia la prohíbe estrictamente (ver Deuteronomio 18:10–13; Levítico 20:27). Las premoniciones, en cambio, son simplemente sensaciones que surgen de manera espontánea y que pueden o no tener alguna base en la realidad.

También son diferentes de la profecía. La profecía era el medio por el cual Dios revelaba Su voluntad en los tiempos del Antiguo Testamento y en la era apostólica. Dios hablaba a hombres especialmente escogidos, los profetas, dándoles mensajes divinos y con autoridad para transmitirlos a otros. A diferencia de una premonición, la profecía era un mensaje específico para un momento específico. Cuando Zacarías se encontró con el ángel en el templo, el ángel le dio una profecía sobre el nacimiento de Juan (Lucas 1:8–17). Zacarías no tuvo una "premonición" ni poseía habilidades "precognitivas"; recibió una palabra directa de Dios.

En general, las premoniciones se asocian con habilidades psíquicas como la percepción extrasensorial (PES) y la telepatía. Algunos las consideran un tipo de precognición que debe ser tomada en cuenta, especialmente si se repite o parece muy "real". Otros creen que son una prueba de que la conciencia de una persona está "trascendiendo" a un nuevo nivel.

Aunque la Biblia no habla de manera explícita sobre las premoniciones, sí nos ofrece principios que podemos aplicar. Primero, nuestra sabiduría está en Cristo (1 Corintios 1:30), así que el hijo de Dios no debe involucrarse con la parapsicología ni buscar "desarrollar" la capacidad de tener premoniciones. Además, siempre debemos ser cuidadosos con nuestros sentimientos. Las emociones son subjetivas y pueden cambiar drásticamente. La Palabra de Dios nos instruye: "Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento" (Proverbios 3:5, NBLA). Nuestros sentimientos pueden engañarnos; solo la Palabra de Dios es firme e inmutable.

¿Qué debe hacer un creyente si tiene una premonición? Primero, reconocerla por lo que es: un sentimiento. Bajo ninguna circunstancia debe aceptar la idea del mundo de que podría tener "poderes psíquicos". Si la sensación de que "algo está mal" persiste, debe llevarla al Señor en oración. ¿Es este sentimiento un impulso del Espíritu Santo para hacer un cambio? ¿O es una tentación del enemigo para infundir miedo? Debemos echar todas nuestras cargas sobre el Señor, porque Él cuida de nosotros (1 Pedro 5:7). No debemos temer (2 Timoteo 1:7). Para conocer la voluntad de Dios, necesitamos estudiar Su Palabra, orar y cultivar una relación profunda y personal con el Señor de amor.