Pregunta

¿Por qué Dios usó una plaga de langostas para castigar a Israel (Joel 1:4)?

Respuesta
Una plaga de langostas puede devastar toda la vegetación a su paso y provocar un desastre económico en una región. El antiguo Israel era, en su mayoría, una sociedad agrícola, por lo que las amenazas a sus cosechas eran una de las principales preocupaciones de sus habitantes. En ocasiones, Dios usó una plaga de langostas como juicio para llamar al pueblo de Israel al arrepentimiento por sus pecados (Joel 1:4).

Los versículos que siguen describen el alcance de esta plaga en tiempos del profeta Joel:

– Pérdida de las uvas para hacer vino: "El mosto... os es quitado de vuestra boca" (Joel 1:5).

– Destrucción de las higueras: "Asoló mi vid, y descortezó mi higuera" (Joel 1:7).

– No había grano ni vino para las ofrendas del templo: "Han sido cortadas la ofrenda de cereal y la libación de la casa del Señor" (Joel 1:9, NBLA).

– Destrucción del grano, lo que implicaba escasez de pan: "El campo está asolado, se enlutó la tierra; porque el trigo fue destruido" (Joel 1:10).

– Pérdida de los olivos: "Se perdió el aceite" (Joel 1:10).

– Daño al trigo y la cebada: "El trigo y la cebada... se perdió la mies del campo" (Joel 1:11).

– Pérdida de frutos de los árboles: "La vid está seca, y pereció la higuera; el granado también, la palmera y el manzano; todos los árboles del campo se secaron" (Joel 1:12).

– Falta de alimento para el ganado (Joel 1:18).

Como resultado de la plaga, prácticamente todas las principales fuentes de alimento—excepto la carne y los productos del mar—habían desaparecido ese año. El profeta Joel llamó a los sacerdotes al arrepentimiento (Joel 1:13) y los urgió a convocar al pueblo a ayunar y orar (Joel 1:14).

Los lectores atentos, especialmente los sacerdotes a quienes se dirige Joel 1:13, habrían reconocido que esta plaga era el cumplimiento de una advertencia profética. Moisés ya había prevenido a Israel sobre las consecuencias de la desobediencia en Deuteronomio 28:37–38: "Vendrás a ser motivo de horror, proverbio y burla... Sacarás mucha semilla al campo, pero recogerás poco, porque la langosta la devorará" (NBLA).

Aunque no toda tragedia o desastre natural es necesariamente un juicio de Dios, Joel dejó claro que, en este caso, la plaga era un llamado urgente al arrepentimiento, al ayuno y al cilicio.

Aún hoy, cuando ocurren tragedias, pueden servir como recordatorio para volvernos a Dios. Él puede usar las pérdidas materiales y los momentos difíciles para atraer a las personas a buscarlo con sinceridad.