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Pregunta: "¿Debería un cristiano ver películas de miedo/películas de terror?"

Respuesta:
Las películas son un poderoso medio, y tiene un gran impacto en el mundo. Y la triste realidad es que muchas películas de hoy en día, incluyendo las que no pertenecen al género de "terror", son completamente contrarias a los valores cristianos o, al menos, contradicen la norma divina de santidad de Dios. En el caso de la mayoría de las películas de terror, por lo general, su valor de "entretenimiento" se basa en su capacidad para despertar nuestro deseo de ser asustados. Los horribles métodos que los productores de cine usan para espantar nuestras conciencias generalmente incluyen una gran cantidad de matanzas y derramamiento de sangre. Sin embargo, el problema es que se necesita cada vez más para asustar a las conciencias hoy en día, por lo que el nivel de depravación crece cada vez más para adaptarse a nuestra insensibilidad a la sangre y al mal. Considerando todo esto, probablemente sea difícil para los verdaderos cristianos disfrutar de la mayoría de las películas de terror de hoy en día.

Analicemos las películas de terror que se adentran en el ámbito sobrenatural con especial atención a la actividad demoníaca. Las Escrituras nos dejan claro que nuestra lucha en la tierra es "contra gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes" (Efesios 6:12). Los cristianos son muy conscientes de la realidad maligna de los demonios y de cómo cada momento de su existencia se dedican a "robar, matar y destruir" (Juan 10:10) o a separarnos de nuestro Salvador. Por lo tanto, este es un tema que no puede tomarse a la ligera; tampoco debe considerarse una forma de "entretenimiento". Si algo ofende a Jesucristo, debería ofender a Sus hijos en los cuales mora Su Espíritu Santo.

A medida que maduramos en nuestro caminar cristiano, el pecado y el mal deberían molestarnos cada vez más. Debemos ser luces en un mundo cada vez más oscuro, esforzándonos por vivir una vida santa y agradable a Dios (Romanos 12:1; 1 Tesalonicenses 2:12). La Escritura nos dice que tenemos que ser íntegros y puros, aborreciendo lo malo y teniendo la mente puesta en las cosas honestas y puras, agradables y admirables, buenas y dignas de alabanza (Filipenses 4:8), y que todo lo que hagamos, sea "para la gloria de Dios" (1 Corintios 10:31). Estos versículos deben guiarnos diariamente en todo lo que hacemos, incluyendo las películas que elegimos ver. ¿Cómo podemos llevar "cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo" (2 Corintios 10:5) cuando vemos una película de terror llena de asesinatos y violencia y, básicamente, nos entretenemos con los mismos pecados por los que Jesús murió?

Ahora bien, a pesar de lo anterior, hay que señalar que hay algunos productores de cine cristianos que de hecho producen películas de terror, aunque no los derramamientos de sangre mencionados anteriormente. Comprendiendo que el mal es algo muy real en nuestra vida en la tierra, creen que no solamente es posible, sino también necesario, hacer una película de terror que represente con exactitud la realidad de las fuerzas oscuras del mal con las que los cristianos luchan constantemente. Sin duda, si una película de este tipo puede ayudar al público a entender la profundidad de nuestra lucha en el mundo entre el bien y el mal, entonces dicha película podría ser compatible con el patrón cristiano. Mejor aún, ¿cuán beneficioso sería que esa película incluso apuntara nuestra necesidad de un Salvador?

Al decidir qué películas ver, es conveniente hacer caso a las palabras del apóstol Pablo en su segunda carta a los Corintios: "¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros...?" (2 Corintios 13:5 énfasis añadido). Como cristianos, ya sabemos que el Espíritu de Cristo mora en nuestros corazones (Romanos 8:9). Él está con nosotros dondequiera que vayamos. Sin embargo, ¿qué pasaría si, en vez de ocupar un lugar en nuestro corazón, Jesucristo caminara a nuestro lado para que lo pudiéramos ver literalmente todo el tiempo? ¿Cómo afectaría esto a nuestro comportamiento? ¿Y si cuando vayamos al cine, por ejemplo, viéramos a Jesucristo sentado a nuestro lado – viendo la película a la que lo llevamos? Sabiendo el carácter divino de nuestro Salvador, santo y sin pecado, y conociendo la santidad que Él da a la propia vida por la que murió, ¿a qué tipo de película no tendríamos problemas en llevarlo?

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