Pregunta

¿Qué es una ofrenda voluntaria?

Respuesta
La ofrenda voluntaria era un sacrificio regido por las normas de Dios en la Ley mosaica, pero era completamente voluntaria (Levítico 23:38). En la Ley, la ofrenda voluntaria debía ser un toro, una oveja o una cabra sin deformidades físicas ni defectos, y no debía haber sido comprada a un extranjero (Levítico 22:17-25). La ofrenda debía incluir harina mezclada con aceite y vino; las cantidades variaban según si el sacrificio era un cordero, un toro o un carnero (Números 15:1-10). Al igual que todos los sacrificios, la ofrenda voluntaria debía hacerse en un lugar escogido por Dios, no en un área anteriormente utilizada por otras religiones ni en casa (Deuteronomio 12). Aunque era apropiado ofrecer el sacrificio durante las fiestas oficiales, podía hacerse en cualquier momento (Deuteronomio 16:10). A diferencia de otras ofrendas regidas por normas más estrictas, los sacerdotes podían comer la ofrenda voluntaria el día en que se sacrificaba o al día siguiente (Levítico 7:16-18).

Las ofrendas voluntarias no siempre tenían que ser animales, granos o bebidas. La primera vez que se menciona una ofrenda voluntaria en la Biblia es en Éxodo 35:10-29. Dios había dado instrucciones sobre cómo construir el tabernáculo, y Moisés transmitió los materiales necesarios para su construcción. El pueblo respondió según lo que sus corazones les impulsaba, trayendo joyas, hilos finos, pieles curtidas, plata, bronce, madera de acacia, piedras de ónix, especias y aceite. Todos estos artículos fueron donados como "ofrenda voluntaria al Señor" (Éxodo 35:29). Siglos más tarde, el pueblo hizo ofrendas similares para que David las entregara a Salomón para construir el templo (1 Crónicas 29:6-9). En el libro de Esdras, el pueblo ofreció ofrendas tradicionales de animales (Esdras 3:5), así como suministros para reconstruir el templo después del cautiverio en Babilonia (Esdras 2:68; 7:16; 8:28). El pueblo también hizo ofrendas de animales en 2 Crónicas 31 cuando el rey Ezequías, uno de los mejores reyes de Judá, guio a la nación en su regreso a Dios y en el restablecimiento de Sus ceremonias. En Ezequiel 46:12, se mencionan las ofrendas voluntarias que se ofrecerán en el reino milenario.

Ya fuera el sacrificio de un animal o la donación de suministros para un lugar de adoración, la ofrenda voluntaria debía hacerse libremente, según el Señor moviera el corazón de los israelitas. No debía utilizarse para ganar prestigio (Amós 4:5) ni por culpa, coacción o fuerza. Hoy en día, la ofrenda voluntaria es la única ofrenda que tenemos. No se exige ningún diezmo a la iglesia. Confiamos en el sacrificio de Jesús y no en el sacrificio de animales para nuestra expiación. Todo el dinero, el tiempo y los recursos que damos deben ser dados libremente, según nos guíe el Espíritu. El reto para muchos es darse cuenta y obedecer "cuando el Espíritu nos guía". Dios nos ha dado todo lo que tenemos; si Él mueve nuestros corazones (Éxodo 35:29), entonces debemos dar alegremente (2 Corintios 9:7).