Pregunta: "¿Qué dice la Biblia sobre las misiones mundiales?"
Respuesta:
La Biblia no usa la frase "misiones mundiales", aunque Dios tiene una mentalidad misionera (Lucas 19:10), y Su amor se extiende a todo el mundo (Juan 3:16). La salvación de todas las naciones es una responsabilidad de cada cristiano, basada en al menos tres factores que se presentan en las Escrituras:
Primero, las misiones mundiales son importantes porque Dios es el Creador de todas las personas; segundo, Dios se preocupa por todas las personas por igual; y, tercero, Dios desea que todas las personas se salven y lleguen al conocimiento de la verdad acerca de Jesucristo (1 Timoteo 2:4). A causa de la actitud de Dios hacia las personas de todo el mundo, sabemos que las misiones mundiales, es decir, la evangelización de todas las personas del mundo, es una meta que vale la pena. Dios envió a Su Hijo al mundo para cumplir esta profecía: "El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos" (Isaías 9:2).
Las misiones mundiales tienen su fundamento en el mandato de Jesús a Sus discípulos de ir a todo el mundo y "hacer discípulos a todas las naciones" (Mateo 28:19). Esto es exactamente lo que los discípulos intentaron hacer. En Antioquía de Siria, Pablo y Bernabé fueron "apartados" por el Espíritu Santo y llamados a una obra especial (Hechos 13:2). Ese trabajo era evangelizar Chipre y Asia Menor.
Con el tiempo, la obra misionera de Pablo lo llevó a Europa. Siempre, Pablo se esforzó por ser un pionero en las misiones mundiales: "Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno" (Romanos 15:20). Pablo predicó el evangelio "desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico" (versículo 19); tenía planes de ir a España (versículo 24), y finalmente llegó a Roma. El libro de los Hechos muestra el fervor misionero de la iglesia primitiva y enfatiza la necesidad de las misiones mundiales.
Dios no muestra parcialidad con una raza o nación por encima de otra (Hechos 10:34-35). La Biblia dice que, sin Cristo, todos estamos en la misma condición espiritual: todos estamos destituidos de la gloria de Dios y estamos bajo la maldición de Adán. Todos, cada raza, cada persona, cada nacionalidad, necesitan escuchar el evangelio. Todos necesitan la justicia de Dios que viene a través de la fe en Jesucristo. "¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? (Romanos 10:14-15). La oferta de la gracia se extiende a todos; Dios se preocupa por todas las personas por igual.
Deberíamos hacer misiones mundiales porque Dios desea que todas las personas se salven y lleguen al conocimiento de la verdad (1 Timoteo 2:4). La oferta de salvación es para "el que quiera"" (Apocalipsis 22:17). "¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles" (Romanos 3:29). El Apocalipsis describe la nueva ciudad celestial de Jerusalén como un lugar donde todas las naciones caminarán a la luz del Cordero y donde habitará la gloria de todas las naciones (Apocalipsis 21:22-27). Dios se preocupa por todas las naciones, y los representantes de todas las naciones estarán presentes en el cielo.
El ángel dio a los pastores de Belén "nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo" (Lucas 2:10). Cuando apoyamos las misiones mundiales, cuando compartimos las buenas nuevas de la redención que está en Jesucristo, glorificamos a Dios, que dice: "!!Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación!!" (Isaias 52:7)
