GotQuestions.org/Espanol



Pregunta: "¿Cómo obran al mismo tiempo la misericordia y la justicia de Dios en la salvación?"

Respuesta:
La justicia y la misericordia de Dios aparentemente son incompatibles. Al fin y al cabo, la justicia conlleva la aplicación de un castigo merecido por una mala acción, y la misericordia consiste en el perdón y la compasión hacia el infractor. Sin embargo, estos dos atributos de Dios en realidad forman una unidad en Su carácter.

La Biblia contiene muchas referencias a la misericordia de Dios. Más de 290 versículos en el Antiguo Testamento y 70 en el Nuevo Testamento contienen declaraciones directas de la misericordia de Dios hacia Su pueblo.

Dios fue misericordioso con los ninivitas que se arrepintieron al oír la predicación de Jonás, quien describió a Dios como "Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal" (Jonás 4:2). David dijo: "Clemente y misericordioso es el Señor, lento para la ira, y grande en misericordia. Bueno es el Señor para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras" (Salmo 145:8-9).

Pero la Biblia también habla de la justicia de Dios y de Su ira sobre el pecado. De hecho, la justicia perfecta de Dios es una característica que lo define: "Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí" (Isaías 45:21). "Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; es justo y recto" (Deuteronomio 32:4).

En el Nuevo Testamento, Pablo explica detalladamente por qué viene el juicio de Dios: "Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia" (Colosenses 3:5-6).

Así que la Biblia muestra el hecho de que Dios es misericordioso, pero también revela que es justo y que un día impartirá justicia sobre el pecado del mundo.

En todas las demás religiones del mundo que sostienen la idea de una deidad suprema, la misericordia de esa deidad siempre se ejerce a expensas de la justicia. Por ejemplo, en el islam, Alá puede conceder misericordia a un individuo, pero lo hace anulando los castigos de cualquier ley que se haya infringido. En otras palabras, el castigo que le correspondía al infractor queda anulado para que se pueda aplicar la misericordia. El Alá del Islam y todas las demás deidades de las religiones no cristianas dejan de lado los requisitos de la ley moral para ser misericordiosos. Se considera que la misericordia está en contradicción con la justicia. De alguna manera, en esas religiones, el crimen sí puede pagarse.

Si cualquier juez humano actuara de esa manera, la mayoría de la gente presentaría una queja importante. La responsabilidad de un juez es velar por el cumplimiento de la ley y que se haga justicia. Un juez que ignora la ley está traicionando su cargo.

El cristianismo es único en el sentido de que la misericordia de Dios se manifiesta a través de Su justicia. La justicia no se deja de lado para dar cabida a la misericordia. La doctrina cristiana de la sustitución de la pena establece que el pecado y la injusticia fueron castigados en la cruz de Cristo y es sólo porque la pena del pecado fue satisfecha mediante el sacrificio de Cristo que Dios extiende Su misericordia a los pecadores que no lo merecen y que buscan Su salvación.

Así como Cristo murió por los pecadores, también demostró la justicia de Dios; Su muerte en la cruz exhibió la justicia de Dios. Esto es exactamente lo que dice el apóstol Pablo: "siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús" (Romanos 3:24-26, énfasis añadido).

En otras palabras, todo el pecado desde Adán hasta el tiempo de Cristo estuvo bajo la paciencia y la misericordia de Dios. Dios, en Su misericordia, eligió no castigar el pecado, lo cual requeriría una eternidad en el infierno para todos los pecadores, aunque habría sido perfectamente justo al hacerlo. Adán y Eva no fueron destruidos inmediatamente cuando comieron el fruto prohibido. Por el contrario, Dios preparó un Redentor (Génesis 3:15). En Su amor, Dios envió a Su propio Hijo (Juan 3:16). Cristo pagó por cada uno de los pecados cometidos; así, Dios fue justo al castigar el pecado, y también puede justificar a los pecadores que reciben a Cristo por la fe (Romanos 3:26). La justicia y la misericordia de Dios quedaron demostradas por la muerte de Cristo en la cruz. En la cruz, se aplicó la justicia de Dios en su totalidad (sobre Cristo), y también se extendió la misericordia de Dios por completo (a todos los que creen). Así, la misericordia perfecta de Dios se aplicó a través de Su justicia perfecta.

El resultado final es que todo el que confía en el Señor Jesús se salva de la ira de Dios y se beneficia de Su gracia y misericordia (Romanos 8:1). Como dice Pablo: "Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira" (Romanos 5:9).

© Copyright Got Questions Ministries