Pregunta

¿Qué significa "mi copa está rebosando"?

Respuesta
La frase "mi copa está rebosando" aparece en el Salmo 23:5 según la versión Reina-Valera 1960. Otras traducciones modernas dicen: "mi copa se desborda de bendiciones". Una copa rebosa cuando no puede contener todo lo que se le está vertiendo. El enfoque del Salmo 23 es el cuidado amoroso del Buen Pastor hacia Sus ovejas (cf. Juan 10:11, 14). El Señor no solo provee lo que Su pueblo necesita (Salmo 23:1–2), sino que también derrama abundancia incluso en medio de circunstancias difíciles (v. 5). Esta abundancia no se limita a bendiciones materiales bajo el Antiguo Pacto, sino que también apunta al derramamiento del Espíritu Santo sobre todos los que lo pidan (Lucas 11:13; Hechos 2:1–4).

La Biblia enfatiza el amor, la bendición y el poder excesivo que Dios desea derramar sobre aquellos que lo aman (Malaquías 3:10; Lamentaciones 3:22; Salmo 108:4). Jesús reflejó esta generosidad divina cuando dijo: "El ladrón solo viene para robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Juan 10:10, NBLA). Pablo continúa esta idea en Efesios 3:20, describiendo a Dios como aquel "que es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos" (NBLA). Y en Romanos 8:37 se nos asegura que somos "más que vencedores por medio de Aquel que nos amó" (NBLA). El mensaje en todos estos pasajes es claro: la gracia y la provisión de Dios son sobreabundantes en cada área de nuestra vida. Él no es tacaño, ni Sus bendiciones se limitan a lo temporal. En Cristo, podemos tener gozo que rebosa, amor que rebosa y paz que rebosa. Podemos dar fruto eterno para el Reino de Dios, y podemos vencer desafíos imposibles cuando el Espíritu Santo llena nuestros corazones hasta que "nuestra copa esté rebosando".

La Biblia relata muchas cosas poderosas que ocurrieron cuando personas fueron llenas (es decir, controladas) por el Espíritu Santo (Éxodo 31:2–3; Ezequiel 43:5; Lucas 1:67; Hechos 4:31). También se nos exhorta a ser llenos del Espíritu (Efesios 5:18; Gálatas 5:16, 25). Pero así como un vaso no puede llenarse de leche si ya está lleno de lodo, tampoco podemos ser llenos del Espíritu si estamos llenos de pecado, orgullo o autosuficiencia. Antes de poder ser llenos hasta rebosar, debemos vaciarnos de todo lo que impida la obra del Espíritu en nuestras vidas. Solo cuando nuestros corazones están completamente llenos de Dios, podemos lograr todo lo que Él desea hacer en y a través de nosotros. Su gracia no tiene límites para aquellos cuyos corazones le pertenecen por completo (2 Crónicas 16:9a). Él desea llenarnos con Su Espíritu hasta que nuestra copa esté rebosando.