Pregunta

¿Qué significa que una persona justa se preocupa por las necesidades de los animales (Proverbios 12:10)?

Respuesta
Proverbios 12:10 dice: "El justo se preocupa de la vida de su ganado, pero las entrañas de los impíos son crueles". Este versículo relaciona específicamente la justicia con el trato humano a los animales.

Este proverbio, escrito en paralelismo antitético, dice en la segunda mitad: "las entrañas de los impíos son crueles". En otras palabras, incluso las obras más compasivas de una persona impía son malas: los impíos siempre son crueles. Por el contrario, una persona piadosa siempre es bondadosa, y esa bondad se extiende a los animales que están bajo su cuidado. La persona justa se preocupa por toda la vida, incluida la vida animal.

Este principio tiene importantes aplicaciones para los cristianos de hoy. Aunque las Escrituras expresan una clara prioridad de la vida humana sobre la vida animal (ver Lucas 12:7), los animales forman parte de la creación de Dios y deben recibir el cuidado adecuado y un trato humano. La crueldad o el maltrato hacia los animales no tienen cabida en la vida de un cristiano.

Jesús preguntó en Mateo 12:11: "¿Qué hombre habrá de ustedes que tenga una sola oveja, si esta se le cae en un hoyo en el día de reposo, no le echa mano y la saca?". Al hacer una observación más amplia sobre el guardar el día de reposo, Jesús apeló al cuidado que Su audiencia debía tener de sus animales. Si tenían un animal en apuros, lo ayudarían. Eso es bueno y correcto. Jesús utilizó la analogía para destacar la necesidad de ayudar también a las personas: "¡cuánto más vale un hombre que una oveja!" (versículo 12).

En el Sermón del Monte, Jesús habló del gran cuidado que Dios tiene por la vida animal, incluyendo cada pájaro que vuela en el cielo (Mateo 6:26). Uno de los salmos expresa la supervisión de Dios sobre todos los animales que ha creado: "Rugen los leoncillos tras su presa, y buscan de Dios su comida [...] Todos ellos esperan en Ti para que les des su comida a su tiempo. Tú les das, ellos recogen; abres Tu mano, se sacian de bienes" (Salmo 104:21, 27-28). Dios se preocupa por las necesidades de Sus animales, y el pueblo de Dios debería hacer lo mismo.

Dos relatos importantes del Antiguo Testamento también revelan el cuidado de Dios por la vida animal. En el relato de Noé y el diluvio, Dios hizo todo lo posible para asegurarse de que todos los animales sobrevivieran en el arca. Y en la historia de Jonás, parte de la explicación de Dios para detener la destrucción de Nínive fue la importancia de los animales de la ciudad. Dios dijo: "¿y no he de apiadarme Yo de Nínive, la gran ciudad, en la que hay más de 120,000 personas que no saben distinguir entre su derecha y su izquierda, y también muchos animales?" (Jonás 4:11).

Dios se preocupa mucho por los animales que ha creado. Aquellos que buscan seguir Sus caminos también se preocuparán por Su creación, incluida la vida animal. La crueldad hacia los animales, el abandono de las mascotas y la destrucción sin motivo de una especie son pecado. Los cristianos están llamados a cuidar de los animales, expresando la misma actitud hacia la vida animal que nuestro Creador.