Pregunta

¿Qué significa 2 Pedro 1:20 sobre la interpretación de las Escrituras?

Respuesta
Segunda de Pedro 1:20 dice: "Pero ante todo sepan esto, que ninguna profecía de la Escritura es asunto de interpretación personal" (NBLA). En realidad, este versículo enfatiza la fuente de las profecías del Antiguo Testamento, no quién tiene el derecho de interpretar la Biblia hoy en día.

Pedro no estaba escribiendo sobre cómo debemos leer o interpretar la Palabra de Dios; él estaba hablando de cómo Dios nos dio Su Palabra en primer lugar. Con el fin de persuadir a sus lectores de que prestaran atención al evangelio, Pedro afirmó que sus palabras eran las palabras de Dios, al igual que las profecías del Antiguo Testamento

Lo que Pedro quiere decir en el versículo 20 se explica mejor por el contexto: "No seguimos fábulas ingeniosamente inventadas, sino que fuimos testigos oculares de Su majestad. . . Nosotros mismos escuchamos esta declaración, hecha desde el cielo. . . Y así tenemos la palabra profética más segura. . . Ninguna profecía de la Escritura es asunto de interpretación personal, pues ninguna profecía fue dada jamás por un acto de voluntad humana" (2 Pedro 1:16-21, NBLA).

Observa que el punto principal de Pedro no es cómo leer o entender los mensajes de Dios. Más bien, él explica el origen y la fuente autoritativa de esas profecías. Fue el mismo Dios quien las comunicó a través de Sus portavoces elegidos. Los profetas (y Pedro) no escribieron pensamientos que surgieron de sus propias mentes, sino que transmitieron la verdad que venía directamente de Dios. Como lo expresa Pedro, ellos "inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios" (versículo 21, NBLA).

La intención de Pedro era instar a sus lectores a tomar en serio su mensaje sobre Jesús, como dice en el versículo 19: "Ustedes hacen bien en prestar atención [el mensaje de Dios a través de mí], como a una lámpara que brilla en el lugar oscuro" (NBLA). El relato de Pedro sobre Jesús venía directamente de Dios.

Dado que las palabras de la Biblia expresan los pensamientos de Dios, no los de los hombres, es importante que las respetemos lo suficiente como para estudiarlas y entender lo que Él quiere que comprendamos mientras interpretamos las Escrituras.