Pregunta

¿Qué son las arcas de la Iglesia?

Respuesta
Un cofre es una caja fuerte o caja de seguridad que se utiliza para guardar dinero u objetos de valor. En esta era de la banca electrónica, las alarmas antirrobo de alta tecnología y las compañías de seguros que protegen contra riesgos como incendios y robos, parece improbable que la mayoría de las iglesias dependan de una caja fuerte de acero de dos toneladas para proteger los objetos de valor de la congregación; sin embargo, una búsqueda en Internet reveló que al menos una empresa comercializa cajas fuertes y cajas de seguridad para iglesias.

Lo más habitual es que el término "arcas de la iglesia" (en plural) sea un término general que se refiere a las finanzas o los recursos financieros de una iglesia. Dependiendo del tamaño de la iglesia, sus finanzas pueden ser complejas y complicadas. Los gastos de una iglesia pueden incluir

• personal: salarios, prestaciones, impuestos sobre la nómina

• instalaciones: hipoteca o alquiler, mantenimiento, seguros, servicios públicos

• administración: material de oficina, Internet, software

• herramientas interactivas: sitio web de la iglesia, retransmisiones en directo

• divulgación: misiones, ministerios juveniles, evangelización, caridad

Cuando la gente contribuye a estos fondos, está poniendo dinero en las arcas de la iglesia.

Sin embargo, las arcas de la iglesia también se pueden aumentar por otros medios. Además de las donaciones semanales de la congregación, los ingresos de una iglesia pueden incluir los ingresos de una cafetería, una librería, eventos para recaudar fondos, donaciones de acciones o bonos y donaciones no monetarias, como automóviles o artículos para el hogar.

Judas Iscariote, el discípulo de Jesús encargado de las arcas del pequeño grupo, era un ladrón que se apropió del dinero destinado al Señor (Juan 12:6). Lamentablemente, hoy en día hay Judas Iscariotes que, si se les da la oportunidad, se apropiarán del dinero de las arcas de la iglesia, dinero que por derecho pertenece al Señor. Para evitar tales hurtos, es aconsejable que más de una persona se encargue de las contribuciones a la iglesia. Un ladrón se sentirá menos envalentonado si hay otras personas observando la recogida, el recuento y el depósito del dinero. Las iglesias más grandes, con presupuestos más elevados, suelen contratar los servicios de auditores independientes para garantizar una rendición de cuentas financieras adecuadas.

Las necesidades financieras de una iglesia se satisfacen con las ofrendas fieles de sus miembros. Como creyentes, debemos considerar el dar, no como una tarea o una obligación, sino como otra oportunidad de servir a nuestro Señor Jesús. El apóstol Pablo escribió:

Pero esto digo: el que siembra escasamente, escasamente también segará; y el que siembra abundantemente, abundantemente también segará. Que cada uno dé como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría. Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, a fin de que teniendo siempre todo lo suficiente en todas las cosas, abunden para toda buena obra. Como está escrito:

Él esparció, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre.

Y el que suministra semilla al sembrador y pan para su alimento, suplirá y multiplicará la siembra de ustedes y aumentará la cosecha de su justicia. Ustedes serán enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual por medio de nosotros produce acción de gracias a Dios. Porque la ministración de este servicio no solo suple con plenitud lo que falta a los santos, sino que también sobreabunda a través de muchas acciones de gracias a Dios. Por la prueba dada por esta ministración, glorificarán a Dios por la obediencia de ustedes a la confesión del evangelio de Cristo, y por la liberalidad de su contribución para ellos y para todos. Ellos, a su vez, mediante la oración a favor de ustedes, también les demuestran su anhelo debido a la sobreabundante gracia de Dios en ustedes. ¡Gracias a Dios por Su don inefable! (2 Corintios 9:6-15, NBLA)

Además de apoyar a sus iglesias locales, los creyentes harán bien en dar a los ministerios paralelos a la iglesia que proclaman fielmente la Palabra de Dios mientras equipan a los santos en su caminar con el Señor. Como siempre, es bueno saber cómo manejan estos ministerios sus fondos. Así como las iglesias y los ministerios paralelos tienen la obligación de usar sabiamente lo que hay en sus arcas, los donantes son responsables de la calidad y la cantidad de sus donaciones. Dios espera que seamos administradores sabios de Su dinero (Mateo 25:14-30).