Pregunta

¿Qué significa examínenlo todo (1 Tesalonicenses 5:21)?

Respuesta
Al concluir su primera carta a los tesalonicenses, Pablo ofrece diversas instrucciones éticas, entre ellas que sus lectores deben examinar todo (1 Tesalonicenses 5:21) y quedarse con lo bueno. Aunque esto sin duda es un principio importante por sí mismo, parece que Pablo tenía algo más concreto en mente, ya que esas palabras siguen inmediatamente a su instrucción de no despreciar las profecías (1 Tesalonicenses 5:20). Juan añade información útil al animar igualmente a sus lectores a no creer a todo espíritu, sino a ponerlos a prueba para ver si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo (1 Juan 4:1).

Pablo escribe a los tesalonicenses alrededor del año 51 d. C., y en ese momento Dios estaba utilizando el don de la profecía para comunicar Su Palabra hasta que su revelación fuera completada por los apóstoles. En 1 Corintios 13:10, Pablo indica que habría un fin para estos dones reveladores, ya que, cuando lo completo llegara (to telion), lo parcial desaparecería. Pedro añade que Dios movió a hombres concretos y ellos hablaron de parte de Dios (2 Pedro 1:20-21). Aunque no todos están de acuerdo en que 1 Corintios 13:10 se refiera a la culminación de la Palabra revelada de Dios a la humanidad, muchos estarían de acuerdo en que, al menos, Pablo se refiere a un tiempo en el que Dios ya no utilizaría dones especiales para comunicar Su Palabra. Cuando Pablo escribe a mediados del siglo I, y Juan un par de décadas más tarde, es evidente que esos dones reveladores siguen vigentes, ya que tanto Pablo como Juan advierten a sus lectores que examinen todo (1 Tesalonicenses 5:21). En particular, los creyentes debían examinar las profecías y los espíritus proféticos (1 Juan 4:1) para ver si el mensaje y el mensajero eran realmente de Dios. El siglo I requería un tipo de discernimiento único, porque la Palabra revelada de Dios (la Biblia) no se completó hasta casi el final del siglo I, cuando Juan escribió el libro del Apocalipsis entre los años 85 y 95 d. C.

Aunque ahora los creyentes pueden leer la Biblia y tener la confianza de que están leyendo la Palabra completa de Dios, sigue siendo necesario el discernimiento, y la instrucción de Pablo de examinarlo todo (1 Tesalonicenses 5:21) es aún pertinente hoy en día. Todavía hay muchas supuestas aplicaciones de las Escrituras que hay que examinar y poner a prueba para ver si surgen del significado que el autor quiso darles o si son inventos de quienes no manejan bien la Biblia. También hay muchos que afirman hablar en nombre de Dios hoy en día. Hay que examinar estas afirmaciones a la luz de las Escrituras.

Pablo y Juan prestaron mucha atención a la protección de los creyentes contra las falsas enseñanzas, ya que sabían de la existencia de influyentes falsificadores y falsos maestros. Pablo advierte a Timoteo que se guarde de la falsedad (1 Timoteo 6:20; 2 Timoteo 4:15). Juan advierte a sus lectores que se mantengan alerta contra los ídolos (1 Juan 5:21). Pedro añade que los creyentes deben estar alerta para no dejarse llevar por el error (2 Pedro 3:17). Examinar todo y aferrarse a lo bueno (1 Tesalonicenses 5:21) sigue siendo una disciplina importante para todo creyente, en todas las épocas.