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Pregunta: "¿Cuál es el Evangelio de Tomás?"
Respuesta: El Evangelio de Tomás es un manuscrito copto que se descubrió en 1945 en Nag Hammadi en Egipto. Este manuscrito contiene 114 frases que se atribuyen a Jesús. Algunas de estas frases se parecen a las que se encuentran en los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Otras son desconocidas hasta que fueron descubiertas o incluso van en contra de lo que está escrito en los cuatro evangelios.
Un día de diciembre de 1945, en el valle del Nilo, dos campesinos egipcios buscaban una variedad local de roca de nitrato desmenuzado que se utilizaba como fertilizante. Se encontraron con un gran jarrón, de un metro de alto, que estaba oculto por una roca. En el interior encontraron una colección de antiguos libros o códices encuadernados en cuero. El lugar donde se encontraron los libros está a pocos kilómetros de un antiguo monasterio, establecido por el fundador del monacato "cenobítico" cristiano en Egipto, Pacomio. Nag Hammadi, un pueblo cercano, le ha dado su nombre a esta notable colección.
La biblioteca de Nag Hammadi consta de cincuenta y dos textos o "tratados" escritos en copto sobre papiro y reunidos en trece volúmenes, doce de los cuales tienen encuadernaciones separadas en cuero. Cuarenta de los textos eran desconocidos para los estudiosos modernos. La mayoría de los escritos son de carácter gnóstico. Los trozos de papel encontrados en las encuadernaciones de ocho códices contienen fechas que indican que los libros se elaboraron a mediados del siglo IV, y al menos uno de ellos parece claramente provenir de un monasterio. Continúan los esfuerzos para determinar con mayor precisión la fecha de los libros. En general, se puede decir que la colección data aproximadamente de mediados del siglo IV. Los textos coptos podrían ser de muchos años antes, y los originales (probablemente escritos en griego o arameo) de los que se hicieron las traducciones coptas podrían haber sido aún más antiguos.
¿Debería estar el Evangelio de Tomás en el Canon?
Los concilios de la iglesia primitiva siguieron algo similar a los siguientes principios para determinar si un libro del Nuevo Testamento era verdaderamente inspirado por el Espíritu Santo: 1) ¿Era el autor un apóstol o tenía una conexión cercana con un apóstol? 2) ¿Estaba el libro siendo aceptado por el Cuerpo de Cristo en general? 3) ¿Contenía el libro consistencia de doctrina y enseñanza ortodoxa? 4) ¿Tenía el libro evidencia de altos valores morales y espirituales que reflejaran una obra del Espíritu Santo?
El Evangelio de Tomás no pasa ninguna de estas pruebas. El Evangelio de Tomás no fue escrito por el discípulo de Jesús, Tomás. Los primeros líderes cristianos reconocieron universalmente que el Evangelio de Tomás era una falsificación. El Evangelio de Tomás fue rechazado por la gran mayoría de los primeros cristianos. El Evangelio de Tomás contiene muchas enseñanzas que están en contradicción con los Evangelios bíblicos y el resto del Nuevo Testamento. El Evangelio de Tomás no lleva las marcas de una obra de inspiración del Espíritu Santo.
¿Hay algún otro argumento que excluya el Evangelio de Tomás para ser incluido en la Biblia? Si examinamos las 114 frases de este escrito, encontramos algunas que son similares a las existentes, otras que son ligeramente diferentes, pero la mayoría no se pueden encontrar en ninguna parte de toda la Escritura. La Escritura siempre debe confirmarse a sí misma, y la mayoría de las frases del Evangelio de Tomás no se pueden confirmar en ninguna otra parte de la Escritura.
Un argumento para excluir el Evangelio de Tomás de la Biblia se encuentra en el manifiesto "secretismo" que la propia obra atribuye a estos 114 dichos. En ninguna parte de la Escritura se da la Palabra de Dios "en secreto" sino que se da para que todos la lean y la entiendan. El Evangelio de Tomás intenta claramente mantener un aire de secreto en sus palabras.
El Evangelio de Tomás es un evangelio gnóstico, que adopta un punto de vista gnóstico del cristianismo. El Evangelio de Tomás es simplemente una falsificación herética, muy similar al Evangelio de Judas, el Evangelio de María y el Evangelio de Felipe. Tal vez el apodo del discípulo Tomás de "Tomás el que duda" sea apropiado aquí. ¡Todos deberíamos dudar del Evangelio de Tomás!