Pregunta
¿Qué es un pastor encargado de la enseñanza?
Respuesta
El puesto de pastor encargado de la enseñanza o pastor maestro es un rol específico dentro de iglesias que suelen tener una pluralidad de ancianos o pastores. Tal como lo indica el nombre, el trabajo del pastor encargado de la enseñanza se centra principalmente en el ministerio de la enseñanza dentro de la iglesia. Es común que esta persona sea la responsable de predicar los sermones dominicales y, en muchos casos, también supervise estudios bíblicos o clases de escuela dominical. A menudo, el pastor maestro es visto como "el" pastor o el "pastor principal" de una iglesia, en contraste con otros roles como el pastor de adoración, el pastor de educación, el pastor de jóvenes, etc. En algunas congregaciones, puede haber varios pastores encargados de la enseñanza que comparten la tarea de predicar, bajo la supervisión de un pastor principal. Cabe señalar que estos títulos específicos no aparecen en la Biblia.
La palabra pastor significa literalmente "pastor de ovejas", así que un pastor es quien guía y cuida a su rebaño, es decir, a su iglesia (Hechos 20:28). Uno de los requisitos para ser anciano o pastor es tener la capacidad de enseñar (1 Timoteo 3:2). La enseñanza es un aspecto fundamental para la vida de la iglesia: "Y Él dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo" (Efesios 4:11–12, NBLA). En su carta a Timoteo, el apóstol Pablo le dio gran importancia a predicar la Palabra y dar "buena enseñanza" (2 Timoteo 4:2, NTV). La enseñanza es claramente una parte esencial de la misión de la iglesia local.
El pastor encargado de la enseñanza es el maestro principal de la iglesia, y suele predicar desde el púlpito la mayoría de los domingos. Para preparar sus sermones semanales, la iglesia generalmente le concede tiempo suficiente para orar, estudiar y meditar en la Palabra de Dios. Dado que la enseñanza requiere una gran dedicación, otros ancianos o miembros del equipo pastoral suelen encargarse de otras responsabilidades, como las visitas pastorales o la administración cotidiana.
En la mayoría de las iglesias donde existe este rol, el pastor encargado de la enseñanza es considerado un compañero igual en autoridad junto con los demás pastores o ancianos. Juntos, planifican los cultos, cuidan de la congregación y procuran cumplir con la misión de la iglesia. Como parte de su tarea de "capacitar a los santos para la obra del ministerio" (Efesios 4:12, NBLA), predicar y defender la sana doctrina (Tito 1:9), y promover el crecimiento espiritual (Tito 1:7), el pastor encargado de la enseñanza también se ocupa de formar a nuevos maestros, diáconos, pastores y misioneros.
El Espíritu Santo reparte dones espirituales, y entre ellos ha dado "a unos, pastores y maestros" (Efesios 4:11). Cuando cumple fielmente con su llamado, el pastor encargado de la enseñanza edifica el cuerpo de Cristo "hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo" (Efesios 4:13, NBLA).
El pastor maestro tiene el mandato de "[enseñar] lo que está de acuerdo con la sana doctrina" (Tito 2:1, NBLA). Su anhelo es que los creyentes bajo su cuidado "[ya no sean] niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del error" (Efesios 4:14, NBLA). Un pastor encargado de la enseñanza prioriza el plan de Dios para la iglesia: que "[crezcamos] en todos los aspectos en Aquel que es la cabeza, es decir, Cristo, de quien todo el cuerpo, estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen, conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor" (Efesios 4:15–16, NBLA).
La palabra pastor significa literalmente "pastor de ovejas", así que un pastor es quien guía y cuida a su rebaño, es decir, a su iglesia (Hechos 20:28). Uno de los requisitos para ser anciano o pastor es tener la capacidad de enseñar (1 Timoteo 3:2). La enseñanza es un aspecto fundamental para la vida de la iglesia: "Y Él dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo" (Efesios 4:11–12, NBLA). En su carta a Timoteo, el apóstol Pablo le dio gran importancia a predicar la Palabra y dar "buena enseñanza" (2 Timoteo 4:2, NTV). La enseñanza es claramente una parte esencial de la misión de la iglesia local.
El pastor encargado de la enseñanza es el maestro principal de la iglesia, y suele predicar desde el púlpito la mayoría de los domingos. Para preparar sus sermones semanales, la iglesia generalmente le concede tiempo suficiente para orar, estudiar y meditar en la Palabra de Dios. Dado que la enseñanza requiere una gran dedicación, otros ancianos o miembros del equipo pastoral suelen encargarse de otras responsabilidades, como las visitas pastorales o la administración cotidiana.
En la mayoría de las iglesias donde existe este rol, el pastor encargado de la enseñanza es considerado un compañero igual en autoridad junto con los demás pastores o ancianos. Juntos, planifican los cultos, cuidan de la congregación y procuran cumplir con la misión de la iglesia. Como parte de su tarea de "capacitar a los santos para la obra del ministerio" (Efesios 4:12, NBLA), predicar y defender la sana doctrina (Tito 1:9), y promover el crecimiento espiritual (Tito 1:7), el pastor encargado de la enseñanza también se ocupa de formar a nuevos maestros, diáconos, pastores y misioneros.
El Espíritu Santo reparte dones espirituales, y entre ellos ha dado "a unos, pastores y maestros" (Efesios 4:11). Cuando cumple fielmente con su llamado, el pastor encargado de la enseñanza edifica el cuerpo de Cristo "hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo" (Efesios 4:13, NBLA).
El pastor maestro tiene el mandato de "[enseñar] lo que está de acuerdo con la sana doctrina" (Tito 2:1, NBLA). Su anhelo es que los creyentes bajo su cuidado "[ya no sean] niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del error" (Efesios 4:14, NBLA). Un pastor encargado de la enseñanza prioriza el plan de Dios para la iglesia: que "[crezcamos] en todos los aspectos en Aquel que es la cabeza, es decir, Cristo, de quien todo el cuerpo, estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen, conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor" (Efesios 4:15–16, NBLA).