Pregunta

¿Qué significa que el vino es escarnecedor (Proverbios 20:1)?

Respuesta
El libro de Proverbios dice que "el vino es escarnecedor, la sidra alborotadora, y cualquiera que por ellos yerra no es sabio" (Proverbios 20:1, RVR1960). La Biblia se refiere al vino con frecuencia, algunas veces de manera positiva al describir algo placentero (Cantares 7:9) o de celebración (Eclesiastés 9:7), y otras veces de forma negativa y simbólica al hablar del juicio de Dios (Salmo 75:8) y de Su ira (Apocalipsis 14:10).

Un escarnecedor es alguien que es hostil a una vida justa, que se burla de todos los que se le oponen. Decir que "el vino es escarnecedor" es una manera de describir a la persona que cae bajo su influencia: alguien ebrio tiende a burlarse de la virtud y a despreciar las cosas de Dios. En general, el libro de Proverbios ofrece instrucciones para vivir sabiamente y con rectitud, evitando aquellas acciones que terminan dañándonos a nosotros mismos y a otros. En Proverbios 20:1, específicamente, el vino y la sidra son personificados en sus víctimas: son enemigos de la sabiduría que desvían a las personas. Se puede decir, entonces, que el vino "escarnece" a quien vive con dominio propio y rectitud, porque una vida esclavizada al alcohol es totalmente opuesta a esa forma de vivir.

La afirmación "el vino es escarnecedor" es una advertencia sobre los efectos dañinos que el consumo excesivo de vino puede causar en una persona. Beber en exceso (ya sea vino u otra bebida alcohólica) afecta negativamente el pensamiento y el comportamiento, lo cual puede llevar a acciones pecaminosas. Aquellos que consumen demasiado se entregan a su influencia y permiten que el alcohol controle su cuerpo. En ese sentido, el vino se burla de su falta de dominio propio.

La Biblia advierte con frecuencia contra el consumo excesivo de alcohol, debido a su potencial de conducir al pecado. Por ejemplo, Pablo exhorta a los creyentes a no embriagarse con vino, pues lleva al desenfreno, es decir, a entregarse a placeres pecaminosos (Efesios 5:18). En 1 Timoteo 3:8, Pablo le ordena a Timoteo que los diáconos de la iglesia no sean dados a mucho vino. Aunque es posible consumir vino u otras bebidas alcohólicas sin pecar, debemos prestar seria atención a las advertencias claras que da la Biblia contra el exceso. Demasiado alcohol puede llevar a comportamientos pecaminosos que "escarnecen" la vida justa y virtuosa a la que Dios nos llama.