Pregunta

¿Por qué algunas iglesias tienen un culto los miércoles por la noche?

Respuesta
Durante la primera mitad del siglo XX, las reuniones de oración los miércoles por la noche eran algo habitual en muchas congregaciones protestantes, aunque los orígenes de estos cultos no están del todo claros. Algunos los remontan a la práctica de los esclavos en Estados Unidos, quienes se reunían para animarse mutuamente y orar. Otros mencionan la influencia de D. L. Moody, que realizaba reuniones de oración al mediodía durante las semanas de avivamiento. Algunos historiadores también relacionan el surgimiento de estos cultos con el aumento del tiempo libre: con la llegada de comodidades modernas, la gente tenía las noches libres, y los cristianos querían aprovechar ese tiempo para tener comunión.

Los cultos de los miércoles comenzaron como simples reuniones de oración, pero con el tiempo se transformaron en servicios parecidos a los de los domingos por la mañana, incluyendo en algunos casos un sermón, música y una ofrenda. Los cultos de mitad de semana sirven para "recargarse" entre los servicios dominicales y, al tener menor asistencia, suelen ofrecer una atmósfera más íntima que el culto dominical. Es un momento para compartir peticiones personales de oración, profundizar en el estudio bíblico y responder preguntas individuales con mayor libertad. Para muchos creyentes, el servicio del miércoles por la noche es una parte necesaria para mantenerse espiritualmente enfocados.

Hoy en día, los cultos de los miércoles por la noche están desapareciendo, al igual que los tradicionales servicios dominicales por la noche. La falta de compromiso y el exceso de actividades suelen ser vistos como las causas que han llevado a que la mayoría de las iglesias ya no tengan estas reuniones. Por otro lado, muchas congregaciones han sustituido la escuela dominical tradicional por grupos pequeños que se reúnen en casas a lo largo de la semana. Estos grupos pequeños cumplen una función similar a los cultos de los miércoles, pero en un formato más reducido y con mayor participación individual. Así que, aunque los cultos formales del miércoles ya no sean comunes, en muchos casos han sido reemplazados y actualizados en lugar de ser eliminados por completo.

Charles Spurgeon identificó tres razones por las que una iglesia debería tener una reunión de oración regular: 1) une y anima al pueblo de Dios; 2) genera devoción hacia Dios; y 3) atrae la bendición prometida por Dios (Mateo 18:19–20). En un sermón predicado el 30 de agosto de 1868, Spurgeon habló del valor de las reuniones de oración en general: "La reunión de oración es una institución que debería ser muy valiosa para nosotros, y que deberíamos atesorar como iglesia, porque a ella le debemos todo... Es en el espíritu de oración donde radica nuestra fuerza; y si lo perdemos, se nos cortará el cabello como a Sansón, y la santa iglesia de Dios se volverá débil como el agua, y aunque intentemos sacudirnos como antes, oiremos el grito: "¡Los filisteos vienen contra ti!", y se nos cegarán los ojos y se nos irá la gloria, a menos que perseveremos poderosamente y con fervor en la oración".

Aunque no hay un mandato bíblico específico que ordene tener cultos de oración los miércoles por la noche, su desaparición podría reflejar la temperatura espiritual de nuestra generación. Cuando la iglesia comenzó, los creyentes se reunían a diario para orar, adorar y estudiar las Escrituras (Hechos 2:46). Hoy en día, la mayoría de los creyentes apenas se reúnen una vez por semana. Es posible que, a medida que aumente la persecución y el cristianismo nominal pierda aceptación, la verdadera iglesia vuelva a reconocer la necesidad de reunirse con más frecuencia para mantenerse firme frente a la oposición.