Pregunta
¿Qué significa “la comunión de los santos” en los credos antiguos?
Respuesta
La palabra comunión significa “un acto o instancia de compartir”. Cuando el Credo de los Apóstoles habla de “la comunión de los santos”, no se está refiriendo solamente a la Cena del Señor o Santa Comunión, en la que los creyentes se reúnen para recordar el sacrificio de Jesús por medio del pan y el vino. La comunión de los santos es mucho más profunda que esta importante ordenanza.
La comunión de los santos se refiere a los creyentes del pasado, del presente y del futuro compartiendo una misma salvación en nuestro Salvador, el Señor Jesucristo. Aquellos que han partido de este mundo y están en la presencia de Cristo tras la muerte de su cuerpo tienen la misma salvación que los creyentes que están vivos hoy. Y los que vendrán después de nosotros tendrán la misma salvación que nosotros.
La comunión de los santos es lo que cada uno de nosotros tiene en común con todos los demás creyentes. Hemos sido perdonados mediante Su muerte y salvos por Su vida (Romanos 5:10), liberados de la ley del pecado y de la muerte (Romanos 8:2), y pasamos de la muerte espiritual a la vida eterna (1 Juan 3:16). Todos hemos sido adoptados permanentemente como hijos de Dios por la voluntad de Dios (Juan 1:12–13). Nos hemos convertido en obra maestra de Dios para hacer buenas obras que Él preparó de antemano para nosotros (Efesios 2:10), y todos hemos recibido un hogar eterno en la Nueva Jerusalén, en la presencia de nuestro Señor Jesucristo, nuestro Cordero, nuestro Templo y nuestra Luz (Apocalipsis 21:22–27). Estas son solo algunas de las bendiciones que tenemos en común con todos los demás creyentes.
La comunión de los santos se refiere a los creyentes del pasado, del presente y del futuro compartiendo una misma salvación en nuestro Salvador, el Señor Jesucristo. Aquellos que han partido de este mundo y están en la presencia de Cristo tras la muerte de su cuerpo tienen la misma salvación que los creyentes que están vivos hoy. Y los que vendrán después de nosotros tendrán la misma salvación que nosotros.
La comunión de los santos es lo que cada uno de nosotros tiene en común con todos los demás creyentes. Hemos sido perdonados mediante Su muerte y salvos por Su vida (Romanos 5:10), liberados de la ley del pecado y de la muerte (Romanos 8:2), y pasamos de la muerte espiritual a la vida eterna (1 Juan 3:16). Todos hemos sido adoptados permanentemente como hijos de Dios por la voluntad de Dios (Juan 1:12–13). Nos hemos convertido en obra maestra de Dios para hacer buenas obras que Él preparó de antemano para nosotros (Efesios 2:10), y todos hemos recibido un hogar eterno en la Nueva Jerusalén, en la presencia de nuestro Señor Jesucristo, nuestro Cordero, nuestro Templo y nuestra Luz (Apocalipsis 21:22–27). Estas son solo algunas de las bendiciones que tenemos en común con todos los demás creyentes.