Pregunta
¿Cómo murió Caín? ¿Qué pasó con Caín?
Respuesta
La Biblia no nos dice cómo murió Caín. Después de matar a Abel, Caín fue condenado a ser un vagabundo errante, apartado de la presencia de Dios, e incapaz de trabajar la tierra como antes, ya que esta no volvería a darle frutos (Génesis 4:11–12). Temeroso de ser asesinado por otros, Caín se quejó ante Dios diciendo: "Mi castigo es demasiado grande para soportarlo" (Génesis 4:13, NBLA). Dios le concedió una señal para protegerlo de ser asesinado y declaró: "Cualquiera que mate a Caín, siete veces sufrirá venganza" (Génesis 4:15, NBLA).
Algunos comentaristas rabínicos, como Rashi, han propuesto teorías sobre cómo murió Caín. Según un midrash extrabíblico, Lamec, quien estaba ciego en ese momento, mató accidentalmente a Caín mientras cazaba con su hijo. Según esta leyenda, la marca de Caín era un cuerno, y el hijo de Lamec, al confundir a Caín con un animal, guió a su padre a dispararle. Lamec terminó matando tanto a Caín como a su propio hijo, lo cual, según esta tradición, explicaría las palabras de Lamec en Génesis 4:23–24. Sin embargo, es poco probable que Caín haya muerto asesinado por su descendiente Lamec, ya que Dios había puesto una marca para protegerlo de ser muerto (Génesis 4:15). Además, basarse en una leyenda para afirmar que Caín fue asesinado es ignorar la autoridad y prioridad de las Escrituras.
Otra teoría extrabíblica dice que Caín murió aplastado por una casa de piedra. Según el Libro de los Jubileos, Caín fue justamente vengado por el asesinato de Abel, "porque con una piedra mató a Abel, y por una piedra fue muerto en justo juicio" (Libro de los Jubileos 4:31). Aunque puede resultar tentador aceptar este relato sobre la muerte de Caín, las Escrituras nunca especifican cómo murió, por lo que cualquier intento de explicación no pasa de ser una mera conjetura.
Lo que sí sabemos acerca de Caín después del asesinato de Abel es que se estableció en la tierra de Nod, tuvo un hijo llamado Enoc y construyó una ciudad que llevó el nombre de su hijo (Génesis 4:16–17). Los descendientes de Caín se destacaron como criadores de ganado, fabricantes de instrumentos musicales y constructores de herramientas de bronce y hierro (Génesis 4:20–22). A pesar de estos logros culturales, los descendientes de Caín siguieron su ejemplo de maldad e incredulidad. Lamec, en particular, mostró una actitud semejante a la de Caín, ya que se jactó de haber matado a un hombre que lo había herido y hasta exigió una venganza mayor que la que Dios había prometido a Caín en caso de ser asesinado (Génesis 4:23–24). Los descendientes de Caín crecieron en número y en impiedad, como se evidencia en la gran corrupción de los días de Noé.
Algunos comentaristas rabínicos, como Rashi, han propuesto teorías sobre cómo murió Caín. Según un midrash extrabíblico, Lamec, quien estaba ciego en ese momento, mató accidentalmente a Caín mientras cazaba con su hijo. Según esta leyenda, la marca de Caín era un cuerno, y el hijo de Lamec, al confundir a Caín con un animal, guió a su padre a dispararle. Lamec terminó matando tanto a Caín como a su propio hijo, lo cual, según esta tradición, explicaría las palabras de Lamec en Génesis 4:23–24. Sin embargo, es poco probable que Caín haya muerto asesinado por su descendiente Lamec, ya que Dios había puesto una marca para protegerlo de ser muerto (Génesis 4:15). Además, basarse en una leyenda para afirmar que Caín fue asesinado es ignorar la autoridad y prioridad de las Escrituras.
Otra teoría extrabíblica dice que Caín murió aplastado por una casa de piedra. Según el Libro de los Jubileos, Caín fue justamente vengado por el asesinato de Abel, "porque con una piedra mató a Abel, y por una piedra fue muerto en justo juicio" (Libro de los Jubileos 4:31). Aunque puede resultar tentador aceptar este relato sobre la muerte de Caín, las Escrituras nunca especifican cómo murió, por lo que cualquier intento de explicación no pasa de ser una mera conjetura.
Lo que sí sabemos acerca de Caín después del asesinato de Abel es que se estableció en la tierra de Nod, tuvo un hijo llamado Enoc y construyó una ciudad que llevó el nombre de su hijo (Génesis 4:16–17). Los descendientes de Caín se destacaron como criadores de ganado, fabricantes de instrumentos musicales y constructores de herramientas de bronce y hierro (Génesis 4:20–22). A pesar de estos logros culturales, los descendientes de Caín siguieron su ejemplo de maldad e incredulidad. Lamec, en particular, mostró una actitud semejante a la de Caín, ya que se jactó de haber matado a un hombre que lo había herido y hasta exigió una venganza mayor que la que Dios había prometido a Caín en caso de ser asesinado (Génesis 4:23–24). Los descendientes de Caín crecieron en número y en impiedad, como se evidencia en la gran corrupción de los días de Noé.