Pregunta
¿Son bíblicos los cursos de preparación para el bautismo?
Respuesta
Muchas iglesias ofrecen o requieren un curso previo al bautismo antes de bautizar a nuevos creyentes. ¿Es esta práctica bíblica? Para ser claros, no hay ejemplos de cursos o clases de preparación para el bautismo en el Nuevo Testamento. Por lo tanto, la Biblia no exige ningún tipo de instrucción previa para ser bautizado. El bautismo está diseñado para personas que han hecho una profesión de fe en Jesucristo. Todos los creyentes deberían ser bautizados como uno de sus primeros pasos de obediencia a Cristo (Mateo 28:18–20).
Sin embargo, se pueden presentar argumentos tanto a favor como en contra de estos cursos. Quienes los defienden lo hacen principalmente como una medida de cuidado, para asegurarse de que la persona entienda lo que significa creer en Jesús. Esta preocupación surge en parte porque muchas personas han sido bautizadas a una edad temprana, solo para descubrir más adelante que no comprendían realmente lo que significaba ser cristiano.
Un curso de preparación para el bautismo puede ayudar a los participantes a entender mejor las razones para bautizarse. El bautismo no proporciona salvación, ya que la salvación es por gracia, por medio de la fe, en Cristo, y no por obras (Efesios 2:8–9). Pero el bautismo sí ofrece una manera de identificarse públicamente como seguidor de Cristo y como parte de la familia de la iglesia.
Quienes se oponen a este tipo de cursos suelen citar los ejemplos de bautismos inmediatos en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, tres mil personas fueron bautizadas el mismo día de Pentecostés (Hechos 2:41). El etíope que creyó en Jesús fue bautizado justo después de creer (Hechos 8:26–38). En el capítulo siguiente, Pablo (entonces Saulo) fue bautizado poco después de creer en Jesús.
Estos y otros ejemplos indican que la iglesia primitiva no exigía que los creyentes pasaran por algún tipo de instrucción antes de ser bautizados. Aunque no hay nada de malo en ofrecer preparación, también es cierto que muchas personas han sido bautizadas sin entender bien qué significa el bautismo ni qué implica creer en Jesús. Muchas iglesias han optado por ofrecer cursos previos al bautismo como una forma de abordar esta preocupación. Ambas posturas son bíblicamente válidas y ninguna contradice la enseñanza de la Escritura. En última instancia, cada iglesia tiene libertad para decidir cómo proceder en este aspecto.
En resumen, aunque no hay un mandato bíblico ni ejemplos directos de cursos previos al bautismo en la Biblia, sí existen razones válidas para ofrecer este tipo de preparación. Toda iglesia debería anhelar llevar a las personas a la fe en Cristo, ayudar a los nuevos creyentes a entender el verdadero significado del bautismo y bautizarlos sin demora. Los pasos para lograr esto pueden variar de una iglesia a otra, siempre y cuando se cumpla el mandato de bautizar a los creyentes.
Sin embargo, se pueden presentar argumentos tanto a favor como en contra de estos cursos. Quienes los defienden lo hacen principalmente como una medida de cuidado, para asegurarse de que la persona entienda lo que significa creer en Jesús. Esta preocupación surge en parte porque muchas personas han sido bautizadas a una edad temprana, solo para descubrir más adelante que no comprendían realmente lo que significaba ser cristiano.
Un curso de preparación para el bautismo puede ayudar a los participantes a entender mejor las razones para bautizarse. El bautismo no proporciona salvación, ya que la salvación es por gracia, por medio de la fe, en Cristo, y no por obras (Efesios 2:8–9). Pero el bautismo sí ofrece una manera de identificarse públicamente como seguidor de Cristo y como parte de la familia de la iglesia.
Quienes se oponen a este tipo de cursos suelen citar los ejemplos de bautismos inmediatos en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, tres mil personas fueron bautizadas el mismo día de Pentecostés (Hechos 2:41). El etíope que creyó en Jesús fue bautizado justo después de creer (Hechos 8:26–38). En el capítulo siguiente, Pablo (entonces Saulo) fue bautizado poco después de creer en Jesús.
Estos y otros ejemplos indican que la iglesia primitiva no exigía que los creyentes pasaran por algún tipo de instrucción antes de ser bautizados. Aunque no hay nada de malo en ofrecer preparación, también es cierto que muchas personas han sido bautizadas sin entender bien qué significa el bautismo ni qué implica creer en Jesús. Muchas iglesias han optado por ofrecer cursos previos al bautismo como una forma de abordar esta preocupación. Ambas posturas son bíblicamente válidas y ninguna contradice la enseñanza de la Escritura. En última instancia, cada iglesia tiene libertad para decidir cómo proceder en este aspecto.
En resumen, aunque no hay un mandato bíblico ni ejemplos directos de cursos previos al bautismo en la Biblia, sí existen razones válidas para ofrecer este tipo de preparación. Toda iglesia debería anhelar llevar a las personas a la fe en Cristo, ayudar a los nuevos creyentes a entender el verdadero significado del bautismo y bautizarlos sin demora. Los pasos para lograr esto pueden variar de una iglesia a otra, siempre y cuando se cumpla el mandato de bautizar a los creyentes.