Pregunta: "¿Por qué es importante la adoración congregacional?"
Respuesta:
Las Escrituras son claras en cuanto a que Jesús murió por la iglesia (Hechos 20:28; Efesios 5:25) y que la iglesia es Su cuerpo (Romanos 12:5; 1 Corintios 10:17; 12:12-27; Efesios 1:23; 4:12; 5:30; Colosenses 1:18, 24; Hebreos 13:3). La participación en una iglesia es esencial para la salud espiritual de los cristianos.
Entonces, ¿por qué los cristianos deberían asistir a la iglesia? En primer lugar, la asistencia a las reuniones grupales es un mandato bíblico. Hebreos 10:24-25 nos dice que no debemos dejar de congregarnos. Resulta importante saber que los destinatarios de esta carta estaban bajo la amenaza de persecución. La asistencia a la iglesia pública podría exponerlos al abuso. El mandato indica que los beneficios de la asistencia sobrepasan cualquier posible amenaza.
Se supone que la vida cristiana nunca fue concebida para estar en aislamiento. Todas las metáforas bíblicas de una iglesia indican una pluralidad, nunca una singularidad: somos un cuerpo, un rebaño, un edificio y una nación santa. No hay "lobos solitarios" en el cristianismo bíblico.
Una segunda razón para asistir a la iglesia es el gran número de bendiciones espirituales que proporciona. Por ejemplo, la asistencia a la iglesia promueve la comunión y el ánimo. En el libro de los Hechos, se nos dice que aquellos que llegaron a la fe en los primeros días "perseveraban en ... la comunión" (Hechos 2:42). El pasaje de Hebreos mencionado anteriormente revela que uno de los propósitos de reunirse es "animarse unos a otros". Todos necesitamos ser animados. La adoración en grupo nos proporciona eso. La asistencia a la iglesia también ayuda a prevenir las recaídas y la apostasía. Sin la participación regular en la adoración grupal, la persona tiende a desviarse espiritualmente.
Otra razón para la adoración congregacional es la declaración pública que se hace. Si asistimos regularmente a la iglesia, demostramos públicamente nuestra obediencia al mandato de amar a Dios. Decir que amamos a Cristo, pero desatendemos Su cuerpo, sería una hipocresía. La asistencia regular a la iglesia también muestra el apoyo a la obra de Dios en el mundo, de que estamos a favor de Jesús y no en contra de Él (Mateo 12:30).
Además, la adoración con otros transmite beneficios que no están disponibles para nosotros individualmente. Cuando asistimos al culto congregacional, escuchamos la predicación pública de la Palabra de Dios. El sustituir un ministerio de medios de comunicación (como la radio, la televisión o un servicio de transmisión por Internet), no sólo elimina la inmediatez de la predicación pública, sino que puede fomentar una sensación de aislamiento, lo que privatiza efectivamente al cristianismo. La asistencia a la iglesia también nos permite participar de la Cena del Señor, que es la proclamación pública del cuerpo y la sangre del Señor Jesús (1 Corintios 11:26).
Juan nos dice que sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a nuestros hermanos y hermanas en Cristo (1 Juan 3:14). Reunirnos para enseñar, adorar y edificarnos mutuamente es una indicación de nuestro amor por los redimidos y es una señal de nuestra salvación a la vida eterna.
