Pregunta
¿Cuál es el significado de Zoar en la Biblia?
Respuesta
Zoar era una ciudad situada en el extremo sureste del mar Muerto. El nombre Zoar significa "pequeña" o "insignificante". En tiempos de Abraham, también se la conocía como Bela (Génesis 14:2). Zoar se menciona por primera vez en Génesis 13:10 como una de las ciudades cercanas a la región a la que se trasladó Lot, el sobrino de Abraham, después de separarse de él.
Zoar fue una de las ciudades destinadas a la destrucción junto con Sodoma y Gomorra, pero se salvó. Aunque Sodoma y Gomorra son las más conocidas por haber sido destruidas con fuego y azufre, otras ciudades también estaban incluidas en el juicio. "Entonces el Señor hizo llover azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra, de parte del Señor desde los cielos. Él destruyó aquellas ciudades y todo el valle y todos los habitantes de las ciudades y todo lo que crecía en la tierra" (Génesis 19:24–25). Las otras ciudades de esa llanura eran Adma, Zeboim y Zoar. Sin embargo, como Lot temía no poder escapar a las montañas a tiempo, rogó al Señor que le permitiera refugiarse en la pequeña ciudad de Zoar (Génesis 19:18–20). Dios accedió a su petición y retuvo Su juicio hasta que Lot y su familia llegaron a Zoar, perdonando así la ciudad cuando el resto fue destruido (Génesis 19:21–25).
Más tarde, Lot concluyó que Zoar no era segura para él ni para sus dos hijas, por lo que se trasladaron a una cueva en sus alrededores (Génesis 19:30–38). Allí, en un entorno aislado, sus hijas temieron no poder casarse ni tener descendencia, y tramaron un plan incestuoso. Emborracharon a su padre y mantuvieron relaciones con él en noches consecutivas, quedando ambas embarazadas. La hija mayor dio a luz un hijo llamado Moab, que significa "es de mi padre". La hija menor tuvo otro hijo y lo llamó Ben-Ammi, que significa "hijo del pueblo de mi padre". Los dos niños crecieron y se convirtieron en los antepasados de los moabitas y los amonitas.
Zoar se menciona nuevamente en Isaías 15:5 como parte del territorio de Moab. Esto concuerda con el hecho de que Moab, descendiente de Lot, habitó la misma zona donde su familia había buscado refugio.
La ciudad de Zoar escapó al juicio divino únicamente porque Dios tuvo misericordia de ella por amor a Lot. Zoar merecía la misma destrucción que Sodoma y Gomorra, pero fue perdonada debido a la presencia de un hombre justo (2 Pedro 2:7). La presencia del pueblo de Dios puede detener o retrasar el juicio de Dios sobre una nación. Jesús dijo: "Ustedes son la sal de la tierra… ustedes son la luz del mundo" (Mateo 5:13–14). La sal preserva y la luz disipa las tinieblas. Así también, la presencia del pueblo de Dios, templo del Espíritu Santo (1 Corintios 3:16; 6:19–20), contiene el juicio hasta que llegue el tiempo determinado por Dios (2 Tesalonicenses 2:7–8). Pero, al igual que Zoar fue finalmente juzgada, el mundo también lo será cuando Jesucristo regrese (Apocalipsis 19:11–16). Hasta ese día, los creyentes deben vivir conscientes de que la luz de Cristo en nosotros debe brillar para la gloria de Dios.
Zoar fue una de las ciudades destinadas a la destrucción junto con Sodoma y Gomorra, pero se salvó. Aunque Sodoma y Gomorra son las más conocidas por haber sido destruidas con fuego y azufre, otras ciudades también estaban incluidas en el juicio. "Entonces el Señor hizo llover azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra, de parte del Señor desde los cielos. Él destruyó aquellas ciudades y todo el valle y todos los habitantes de las ciudades y todo lo que crecía en la tierra" (Génesis 19:24–25). Las otras ciudades de esa llanura eran Adma, Zeboim y Zoar. Sin embargo, como Lot temía no poder escapar a las montañas a tiempo, rogó al Señor que le permitiera refugiarse en la pequeña ciudad de Zoar (Génesis 19:18–20). Dios accedió a su petición y retuvo Su juicio hasta que Lot y su familia llegaron a Zoar, perdonando así la ciudad cuando el resto fue destruido (Génesis 19:21–25).
Más tarde, Lot concluyó que Zoar no era segura para él ni para sus dos hijas, por lo que se trasladaron a una cueva en sus alrededores (Génesis 19:30–38). Allí, en un entorno aislado, sus hijas temieron no poder casarse ni tener descendencia, y tramaron un plan incestuoso. Emborracharon a su padre y mantuvieron relaciones con él en noches consecutivas, quedando ambas embarazadas. La hija mayor dio a luz un hijo llamado Moab, que significa "es de mi padre". La hija menor tuvo otro hijo y lo llamó Ben-Ammi, que significa "hijo del pueblo de mi padre". Los dos niños crecieron y se convirtieron en los antepasados de los moabitas y los amonitas.
Zoar se menciona nuevamente en Isaías 15:5 como parte del territorio de Moab. Esto concuerda con el hecho de que Moab, descendiente de Lot, habitó la misma zona donde su familia había buscado refugio.
La ciudad de Zoar escapó al juicio divino únicamente porque Dios tuvo misericordia de ella por amor a Lot. Zoar merecía la misma destrucción que Sodoma y Gomorra, pero fue perdonada debido a la presencia de un hombre justo (2 Pedro 2:7). La presencia del pueblo de Dios puede detener o retrasar el juicio de Dios sobre una nación. Jesús dijo: "Ustedes son la sal de la tierra… ustedes son la luz del mundo" (Mateo 5:13–14). La sal preserva y la luz disipa las tinieblas. Así también, la presencia del pueblo de Dios, templo del Espíritu Santo (1 Corintios 3:16; 6:19–20), contiene el juicio hasta que llegue el tiempo determinado por Dios (2 Tesalonicenses 2:7–8). Pero, al igual que Zoar fue finalmente juzgada, el mundo también lo será cuando Jesucristo regrese (Apocalipsis 19:11–16). Hasta ese día, los creyentes deben vivir conscientes de que la luz de Cristo en nosotros debe brillar para la gloria de Dios.