Pregunta
¿Quién era Valentín? ¿Qué era el valentinianismo?
Respuesta
Valentín (100–160 d.C.) fue uno de los primeros teólogos gnósticos. Nació en Phrebonis, Egipto, pero se trasladó a Alejandría cuando era niño. Recibió una educación griega y, según algunas fuentes, fue alumno de Teudas, quien a su vez habría sido discípulo del apóstol Pablo.
Con el tiempo, Valentín se convirtió en un maestro elocuente y muy conocido en Roma. En el año 157, su popularidad lo llevó a ser candidato al cargo de obispo de Roma, aunque finalmente perdió frente a Aniceto. Tras ese suceso, Valentín abandonó Roma y se convirtió en un defensor del gnosticismo, desarrollando las enseñanzas que más tarde serían conocidas como valentinianismo.
Valentín afirmaba que sus doctrinas provenían de enseñanzas secretas transmitidas por Pablo, pero sus ideas contrastaban claramente con las Escrituras. Su cosmogonía enseñaba que todo comenzó con un ser primigenio llamado Bythos, quien dio origen a seres espirituales llamados Eones, los cuales habitaban en un reino superior. Según esta creencia, uno de esos seres cometió un error al crear el mundo físico, y como resultado, la humanidad quedó atrapada en él.
Para Valentín y otros gnósticos, el mundo espiritual y el mundo físico eran completamente opuestos, por lo que negaban la encarnación, la crucifixión y la resurrección corporal de Jesús.
El valentinianismo dividía a la humanidad en tres grupos:
Los espirituales, capaces de recibir la gnosis (conocimiento divino) y regresar a la Divinidad.
Los creyentes simples, que después de la muerte serían enviados a una existencia intermedia.
Los incrédulos, que dejarían de existir después de morir.
Las enseñanzas de Valentín fueron refutadas por los primeros defensores de la fe cristiana, como Ireneo, Clemente de Alejandría y Tertuliano, quienes citaron y analizaron sus errores en sus escritos. Durante siglos, la información sobre el valentinianismo provino únicamente de esas fuentes hasta que, en 1945, se descubrieron los manuscritos de Nag Hammadi. Entre ellos se halló una obra titulada Evangelio de la Verdad, escrita en copto. Muchos estudiosos consideran que fue obra del propio Valentín o de alguno de sus discípulos, lo que confirma la influencia que tuvo este sistema gnóstico en los primeros siglos del cristianismo.
Con el tiempo, Valentín se convirtió en un maestro elocuente y muy conocido en Roma. En el año 157, su popularidad lo llevó a ser candidato al cargo de obispo de Roma, aunque finalmente perdió frente a Aniceto. Tras ese suceso, Valentín abandonó Roma y se convirtió en un defensor del gnosticismo, desarrollando las enseñanzas que más tarde serían conocidas como valentinianismo.
Valentín afirmaba que sus doctrinas provenían de enseñanzas secretas transmitidas por Pablo, pero sus ideas contrastaban claramente con las Escrituras. Su cosmogonía enseñaba que todo comenzó con un ser primigenio llamado Bythos, quien dio origen a seres espirituales llamados Eones, los cuales habitaban en un reino superior. Según esta creencia, uno de esos seres cometió un error al crear el mundo físico, y como resultado, la humanidad quedó atrapada en él.
Para Valentín y otros gnósticos, el mundo espiritual y el mundo físico eran completamente opuestos, por lo que negaban la encarnación, la crucifixión y la resurrección corporal de Jesús.
El valentinianismo dividía a la humanidad en tres grupos:
Los espirituales, capaces de recibir la gnosis (conocimiento divino) y regresar a la Divinidad.
Los creyentes simples, que después de la muerte serían enviados a una existencia intermedia.
Los incrédulos, que dejarían de existir después de morir.
Las enseñanzas de Valentín fueron refutadas por los primeros defensores de la fe cristiana, como Ireneo, Clemente de Alejandría y Tertuliano, quienes citaron y analizaron sus errores en sus escritos. Durante siglos, la información sobre el valentinianismo provino únicamente de esas fuentes hasta que, en 1945, se descubrieron los manuscritos de Nag Hammadi. Entre ellos se halló una obra titulada Evangelio de la Verdad, escrita en copto. Muchos estudiosos consideran que fue obra del propio Valentín o de alguno de sus discípulos, lo que confirma la influencia que tuvo este sistema gnóstico en los primeros siglos del cristianismo.