Pregunta

¿Qué significa que el Señor es mi estandarte?

Respuesta
Éxodo 17:15–16 dice: "Y edificó Moisés un altar, y le puso por nombre El Señor es mi Estandarte, y dijo: "El Señor lo ha jurado. El Señor hará guerra contra Amalec de generación en generación"" (NBLA). "El Señor es mi Estandarte" es la traducción del hebreo Yavé Nisi.

Poco antes, en el mismo capítulo, se relata el ataque de los amalecitas contra los israelitas en Refidim. Josué lideró la batalla mientras Moisés se mantenía en lo alto de una colina con el bastón de Dios en sus manos. Mientras Moisés tenía las manos en alto, los israelitas prevalecían; pero cuando las bajaba, los amalecitas tomaban la ventaja. Como era de esperar, Moisés se cansó, así que se sentó sobre una piedra, y Aarón y Hur sostuvieron sus manos en alto. Finalmente, el pueblo de Israel obtuvo la victoria (versículo 13). Dios ordenó a Moisés que escribiera el relato de esta batalla en un libro para que fuera recordado (versículo 14). Fue entonces cuando Moisés construyó un altar y lo llamó El Señor es mi Estandarte. Ese nombre proclama la autoridad de Dios y Su protección sobre Su pueblo.

Un estandarte es un símbolo que identifica y une a un grupo de personas. Por ejemplo, en contextos militares, un estandarte o bandera representa a una unidad o ejército. Cuando los israelitas decían: El Señor es mi Estandarte, estaban declarando que se identificaban como el pueblo unido del Dios verdadero. El estandarte también cumple la función de punto de reunión o referencia en medio de una batalla. El altar que Moisés edificó marcaba el lugar donde Dios intervino a favor de Su pueblo y prometió vencer por completo a Sus enemigos.

El Salmo 20:5 dice: "Nosotros cantaremos con gozo por tu victoria, y en el nombre de nuestro Dios alzaremos bandera" (NBLA). En los versículos 6–8 se lee: "Ahora sé que el Señor salva a Su ungido; le responderá desde Su santo cielo con la potencia salvadora de Su diestra. Algunos confían en carros y otros en caballos, pero nosotros en el nombre del Señor nuestro Dios confiaremos. Ellos se doblegaron y cayeron, pero nosotros nos hemos levantado y nos mantenemos en pie" (NBLA). El pueblo de Dios continúa afirmando: El Señor es mi Estandarte, porque es por Su poder que se vencen los enemigos (ver también Salmo 60:4–5). El Señor es nuestro estandarte porque bajo Su autoridad nos unimos. Él es nuestro Salvador. Por medio de Él somos rescatados, y en Él encontramos nuestra identidad.