Pregunta
¿Qué es el monte santo de Dios (Isaías 11:9)?
Respuesta
Isaías 11 habla de un tiempo en que el Mesías gobernará Su reino terrenal; será un tiempo en el que no habrá daño ni destrucción en el "monte santo" de Dios, porque toda la tierra estará llena del conocimiento de Yavé (Isaías 11:9).
En Isaías 11 vemos que el Mesías será descendiente de Isaí (Isaías 11:1), y el Espíritu del Señor estará sobre Él (Isaías 11:2). Él juzgará con justicia y fidelidad (Isaías 11:3–5). Durante Su reinado, los enemigos naturales dejarán de estar en conflicto: el lobo y el cordero ya no serán depredador y presa, y lo mismo ocurrirá con el leopardo y el cabrito, el león y el becerro; de hecho, estos animales serán tan dóciles que un niño pequeño los podrá guiar. Por supuesto, una situación así es imposible en las condiciones actuales (Isaías 11:6).
La profecía continúa. No solo habrá paz entre los animales, sino también entre el reino animal y la humanidad: incluso un niño de pecho podrá jugar sin temor junto a una cobra, y un niño pequeño podrá estar cerca del nido de una víbora sin peligro alguno (Isaías 11:8). Como toda la tierra conocerá al Señor, no habrá daño ni destrucción en ningún lugar del monte santo de Dios (Isaías 11:9).
Este mismo monte se menciona anteriormente en Isaías: "Acontecerá en los postreros días, que el monte de la casa del Señor será establecido como cabeza de los montes. Se alzará sobre los collados, y confluirán a él todas las naciones" (Isaías 2:2, NBLA). Jeremías identifica a Jerusalén como el lugar del trono del Mesías: "En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: "Trono del Señor"; y todas las naciones acudirán a ella, a Jerusalén, a causa del nombre del Señor" (Jeremías 3:17, NBLA).
El monte santo de Dios es identificado en su primera referencia en el Antiguo Testamento como Sion (Salmo 2:6), y nuevamente el salmista lo llama la ciudad de Dios (Salmo 48:1). El Mesías regresará a Sion y morará en Jerusalén, que será llamada Ciudad de la Verdad, y el monte de Dios será llamado el Monte Santo (Zacarías 8:3). El profeta Zacarías describe el regreso del Mesías al monte de los Olivos (que está frente a Jerusalén, al oriente) como un evento literal en el que el monte se partirá, y Yavé reinará sobre toda la tierra desde Jerusalén (Zacarías 14:4, 9, 16–21). El monte Sion, Jerusalén, es el monte santo de Dios y es el lugar donde se establecerá el Rey-Mesías (Salmo 2:6).
Sin embargo, es posible que la expresión "el monte santo de Dios" abarque más que solo Jerusalén. En el Antiguo Testamento, Sion se usa no solo como nombre de la ciudad de Jerusalén (Isaías 40:9), sino también para referirse a la tierra de Judá (Jeremías 31:12) e incluso a toda la nación de Israel (Zacarías 9:13). Muchos comentaristas consideran que el monte santo de Dios se extiende a toda la región montañosa de la tierra de Israel. Otros ven la expresión "el monte santo de Dios" como una forma de describir toda la tierra durante el reinado de Cristo; de hecho, Isaías 11:9 menciona que toda la tierra estará llena del conocimiento de Dios, así que todo el mundo disfrutará de los efectos del gobierno de Cristo.
En Isaías 11 vemos que el Mesías será descendiente de Isaí (Isaías 11:1), y el Espíritu del Señor estará sobre Él (Isaías 11:2). Él juzgará con justicia y fidelidad (Isaías 11:3–5). Durante Su reinado, los enemigos naturales dejarán de estar en conflicto: el lobo y el cordero ya no serán depredador y presa, y lo mismo ocurrirá con el leopardo y el cabrito, el león y el becerro; de hecho, estos animales serán tan dóciles que un niño pequeño los podrá guiar. Por supuesto, una situación así es imposible en las condiciones actuales (Isaías 11:6).
La profecía continúa. No solo habrá paz entre los animales, sino también entre el reino animal y la humanidad: incluso un niño de pecho podrá jugar sin temor junto a una cobra, y un niño pequeño podrá estar cerca del nido de una víbora sin peligro alguno (Isaías 11:8). Como toda la tierra conocerá al Señor, no habrá daño ni destrucción en ningún lugar del monte santo de Dios (Isaías 11:9).
Este mismo monte se menciona anteriormente en Isaías: "Acontecerá en los postreros días, que el monte de la casa del Señor será establecido como cabeza de los montes. Se alzará sobre los collados, y confluirán a él todas las naciones" (Isaías 2:2, NBLA). Jeremías identifica a Jerusalén como el lugar del trono del Mesías: "En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: "Trono del Señor"; y todas las naciones acudirán a ella, a Jerusalén, a causa del nombre del Señor" (Jeremías 3:17, NBLA).
El monte santo de Dios es identificado en su primera referencia en el Antiguo Testamento como Sion (Salmo 2:6), y nuevamente el salmista lo llama la ciudad de Dios (Salmo 48:1). El Mesías regresará a Sion y morará en Jerusalén, que será llamada Ciudad de la Verdad, y el monte de Dios será llamado el Monte Santo (Zacarías 8:3). El profeta Zacarías describe el regreso del Mesías al monte de los Olivos (que está frente a Jerusalén, al oriente) como un evento literal en el que el monte se partirá, y Yavé reinará sobre toda la tierra desde Jerusalén (Zacarías 14:4, 9, 16–21). El monte Sion, Jerusalén, es el monte santo de Dios y es el lugar donde se establecerá el Rey-Mesías (Salmo 2:6).
Sin embargo, es posible que la expresión "el monte santo de Dios" abarque más que solo Jerusalén. En el Antiguo Testamento, Sion se usa no solo como nombre de la ciudad de Jerusalén (Isaías 40:9), sino también para referirse a la tierra de Judá (Jeremías 31:12) e incluso a toda la nación de Israel (Zacarías 9:13). Muchos comentaristas consideran que el monte santo de Dios se extiende a toda la región montañosa de la tierra de Israel. Otros ven la expresión "el monte santo de Dios" como una forma de describir toda la tierra durante el reinado de Cristo; de hecho, Isaías 11:9 menciona que toda la tierra estará llena del conocimiento de Dios, así que todo el mundo disfrutará de los efectos del gobierno de Cristo.