Pregunta

¿Qué es el modelo de Moisés en el liderazgo de la iglesia?

Respuesta
El modelo de Moisés, también llamado principio de Moisés (o a veces estilo de liderazgo "Moisés-Aarón"), es una estructura de liderazgo eclesial basada en el ejemplo del liderazgo de Moisés en el Antiguo Testamento. Podría considerarse una forma de gobierno eclesiástico centrado en el liderazgo del pastor o de los ancianos, pero definitivamente no es un modelo congregacional. El modelo de Moisés suele estar asociado con la denominación Calvary Chapel.

En la teocracia que Dios estableció en el Antiguo Testamento, Moisés estaba a cargo. Él escuchaba a Dios y transmitía Sus mensajes al pueblo que estaba bajo su liderazgo. Moisés explica su rol en Éxodo 18:15–16: "Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios. Cuando tienen un pleito, vienen a mí, y yo juzgo entre uno y otro, dándoles a conocer los estatutos de Dios y Sus leyes" (NBLA). Moisés era el portavoz de Dios, el maestro de la Ley y el intercesor entre los hijos de Israel y Dios. El modelo de Moisés aplicado al liderazgo de la iglesia afirma que los pastores deben ser como Moisés en el sentido de hablar en nombre de Dios, enseñar la Palabra e interceder por su congregación. El pastor escucha a Jesús y guía a la iglesia de acuerdo con Su dirección.

El modelo de Moisés también incluye un grupo de ancianos en la iglesia. Como la tarea de juzgar a toda la nación hebrea era tan demandante, el suegro de Moisés, Jetro, le dio un consejo que Moisés siguió: "Escogió Moisés hombres capaces de entre todo Israel, y los puso por cabezas del pueblo… Ellos juzgaban al pueblo en todo tiempo" (Éxodo 18:25–26, NBLA). Según este modelo, un grupo de ancianos debe apoyar al pastor en oración y encargarse de parte del trabajo ministerial. El pastor, al estilo de Moisés, delega autoridad a los líderes que él mismo ha escogido para estar bajo su autoridad.

No hay nada intrínsecamente malo en el modelo de Moisés. Sin embargo, a veces se le critica por una supuesta falta de rendición de cuentas. La preocupación es que este modelo facilita que los pastores abusen de su autoridad: si son "como Moisés", entonces pueden imponer la ley y esperar que todos se sometan. En este escenario, el grupo de ancianos no sería más que un grupo de personas que siempre aprueban lo que el pastor dice desde su "monte Sinaí", y la congregación no tendría voz ni voto. Esta crítica puede ser válida en algunas iglesias, pero usarla como una condena general de todas las iglesias que adoptan el modelo de Moisés sería injusto. Una persona orgullosa, en cualquier sistema de gobierno eclesiástico, puede ser tentada a abusar del poder.

Una preocupación más fundamentada es que el modelo de Moisés intenta aplicar un sistema de gobierno civil del Antiguo Testamento a una estructura de gobierno eclesial del Nuevo Testamento. Sin duda, estudiar la vida de Moisés puede ofrecer sabiduría valiosa para los líderes de hoy, y hay mucho que aprender de su ejemplo. Pero debemos tener cuidado de no ir demasiado lejos al estructurar nuestras iglesias basándonos en leyes o modelos que pertenecen al Antiguo Pacto.

El Nuevo Testamento da una dirección clara para los pastores o ancianos de la iglesia: "Pastoreen el rebaño de Dios entre ustedes, velando por él, no por obligación, sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero, sino con sincero deseo; tampoco como teniendo señorío sobre los que les han sido confiados, sino demostrando ser ejemplos del rebaño. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, ustedes recibirán la corona inmarcesible de gloria" (1 Pedro 5:2–4, NBLA). Jesús es el Príncipe de los pastores, y los demás pastores lo siguen como modelo de liderazgo servicial y dispuesto.