Pregunta

¿Fue el gobierno de José en Egipto un ejemplo de socialismo?

Respuesta
Ningún sistema político moderno está perfectamente representado en las Escrituras, y mucho menos discutido. Los debates actuales sobre el gobierno involucran aspectos de la cultura que simplemente no existían en el mundo antiguo. Dicho esto, las personas a menudo buscan ejemplos bíblicos que al menos sean paralelos a la política moderna. Un tema que suscita mucho interés es la filosofía del socialismo. Un punto de referencia común para este tema es Génesis 47:13-26. En este pasaje, José administra un programa en el que el gobierno egipcio distribuye alimentos durante una hambruna, así como semillas que se deben utilizar según las instrucciones del gobierno. Esto conlleva el pago de un impuesto obligatorio. El pueblo agradece este programa y lo prefiere por encima del hambre (Génesis 47:25).

Según el punto de vista de cada uno, las acciones de José son coherentes con el socialismo o contrarias a él. Del mismo modo, son algo que hay que imitar o una circunstancia excepcional que no debe repetirse. La supervisión de José sobre Egipto durante la hambruna es relevante para la postura de la Biblia sobre las ideas políticas. Sin embargo, no es definitiva. La orientación de José en este pasaje no es ni capitalista ni socialista, sino una combinación de ambas.

El contexto completo es crucial para interpretar la historia. José interpretó correctamente los sueños del faraón, que predecían siete años de abundancia, seguidos de siete años de horrible hambruna (Génesis 41:29-31). El faraón aceptó la propuesta de José de imponer un impuesto del 20 % sobre todos los cultivos para crear una reserva en preparación para los años de escasez (Génesis 41:34-36). José fue nombrado administrador de este programa.

Cuando llegó la hambruna, José vendió los cereales almacenados al pueblo hambriento. Estos se entregaron a cambio de su dinero (Génesis 47:14), luego de su ganado (Génesis 47:17) y, finalmente, de sus tierras y su servidumbre (Génesis 47:18-21). Como la tierra era ahora propiedad del faraón de Egipto, José controlaba cómo se utilizaba y recaudaba impuestos sobre las cosechas resultantes en beneficio del faraón (Génesis 47:24).

En lo que respecta al socialismo y al capitalismo, hay que destacar algunos puntos. La preparación para la hambruna puede compararse con el socialismo "como se enseña en un libro". Un programa impuesto por el gobierno recaudaba impuestos destinados al bien común. Esa comparación termina cuando llega la hambruna. José no distribuye el grano recaudado en impuestos al pueblo. Más bien, les vende el grano que les ha cobrado en impuestos.

Si se analiza la situación solo desde el comienzo de la hambruna, las acciones de José parecen como si fueran "capitalismo de manual". Los recursos del faraón incluyen algo que otras personas quieren; en este caso, lo necesitan literalmente para sobrevivir. Esa valiosa propiedad se intercambia por dinero, luego por bienes, luego por tierras e incluso por servicios a cambio de un contrato. Por supuesto, el bien en cuestión no fue creado por el capitalismo, sino por los tributos impuestos por el gobierno.

Algunos argumentarían que el socialismo "real", a diferencia de la teoría, siempre termina exactamente en ese escenario. Los ciudadanos pagan impuestos con la promesa de obtener beneficios futuros, pero cuando surge una necesidad real, el gobierno cobra efectivamente a sus ciudadanos para recuperar una pequeña parte de lo que pagaron.

La era posterior a la hambruna también refleja elementos de control gubernamental, pero no el socialismo "tal y como está en el libro". La continuación del impuesto del 20 % por parte de José no tiene como objetivo proporcionar alimentos o servicios al pueblo. Se les dice que vivan y coman con el 80 %, mientras que el resto es para el faraón, que ahora es dueño de ellos y de sus tierras (Génesis 47:23-25). El Egipto, posterior a la hambruna, era un pueblo sumido en la servidumbre por contrato debido a una catástrofe y a la escasez de recursos. El resultado fue un gobierno con control total; el pueblo ya no era dueño de sus propias tierras. Eso no es algo positivo para el "socialismo" y va directamente a algunas de las principales preocupaciones que la gente tiene sobre esa filosofía. No es que el gobierno ayudara constantemente a la gente, por lo que esta cediera voluntariamente su autonomía. Cuanto peor era la escasez, más dependía el pueblo del gobierno simplemente para sobrevivir.

Por otro lado, el liderazgo de José fue legítimamente valioso para sacar a Egipto de una crisis importante. En ocasiones, el control centralizado y la suspensión de "derechos" pueden justificarse como alternativas razonables. Se puede argumentar que el pueblo egipcio terminó "menos libre" de lo que era, aunque una alternativa probable habría sido su muerte.

Convertir el ejemplo de José en un caso positivo para el socialismo es, en última instancia, un fracaso. La capacidad del gobierno egipcio para salvar a la población del desastre no se basaba en un amplio conjunto de buenas políticas. Se basaba en información privilegiada: una profecía milagrosa y sobrenatural que solo un hombre podía interpretar. Si José no hubiera recibido la advertencia divina sobre la escasez con siete años de antelación, el gobierno no hubiera sido capaz de hacer nada al respecto. Los críticos señalan que las figuras emblemáticas del socialismo moderno no son precisamente santas. Incluso en el caso de un hombre bueno como José, las generaciones siguientes que asumieron esos poderes los convirtieron casi inmediatamente en una brutal dictadura (Éxodo 1:8-14).

En Génesis 47:13-26 se encuentran algunos aspectos que apoyan el socialismo. Esta historia muestra de forma positiva cómo una distribución de alto nivel de los recursos puede evitar una catástrofe masiva. Se podría argumentar que el ejemplo de José apoya el socialismo al mostrar un ejemplo de cómo no se deben hacer las cosas: los recursos recaudados mediante impuestos se venden en lugar de redistribuirse.

En esta historia también se critican algunos aspectos del socialismo, lo que demuestra de forma negativa el control excesivo del gobierno y sus nefastas consecuencias. La dependencia excesiva del gobierno conlleva un elemento de "ten cuidado con lo que deseas". Otros sugerirían que el ejemplo de Egipto muestra lo fácil, casi inevitable, que es que un gobierno autoritario en nombre del beneficio social se convierta en un control total del gobierno.

En el sentido más estricto, el ejemplo de José en Génesis 47:13-26 no es socialismo, ni comenta directamente esa filosofía política moderna. Algunos elementos son relevantes para esos debates. Sin embargo, deben considerarse en su contexto adecuado.