Pregunta
¿Cuál es el significado de Hai en la Biblia?
Respuesta
Hai (o Ai, en hebreo) era una ciudad ubicada en el centro de Canaán. Se menciona por primera vez en la Biblia en el contexto del viaje de Abram a la tierra prometida: "De allí se trasladó hacia el monte al oriente de Betel, y plantó su tienda, teniendo a Betel al occidente y Hai al oriente. Edificó allí un altar al Señor, e invocó el nombre del Señor" (Génesis 12:8). El nombre Hai significa “montón de ruinas” (Josué 8:28).
Según Josué 7:2, Hai estaba situada a unos tres kilómetros al este de Betel (Josué 10:1). Hoy, sus ruinas se encuentran en el yacimiento arqueológico conocido como Et-Tell, en una ladera que desciende del valle del Jordán hacia Betel. Este lugar destaca por haber sido escenario de una humillante derrota para Israel: la pequeña ciudad cananea venció a los israelitas y les causó alrededor de treinta y seis bajas. La razón de esta derrota fue el pecado de Acán (Josué 7:1–5). Dios había ordenado que nadie tomara para sí el botín de Jericó (Josué 6:19), pero Acán desobedeció y escondió un manto, doscientos siclos de plata y un lingote de oro en su tienda. El pecado permaneció oculto hasta que Dios reveló la causa de la derrota, y Acán, junto con su familia y pertenencias, fue ejecutado (Josué 7:25–26).
Una vez eliminado el pecado del campamento, Dios entregó Hai en manos de Israel (Josué 8:1–29). Josué tendió una emboscada, derrotó a los habitantes de la ciudad, capturó a su rey y lo llevó ante el pueblo: "También colgó al rey de Hai en un árbol hasta la tarde. A la puesta del sol Josué dio orden que bajaran su cadáver del árbol. Lo arrojaron a la entrada de la puerta de la ciudad y levantaron sobre él un gran montón de piedras que permanece hasta el día de hoy" (Josué 8:29). La experiencia enseñó a Israel la importancia de eliminar el pecado de en medio del pueblo para que el Señor peleara por ellos (Josué 23:3).
La región de Hai pasó a formar parte de la herencia de la tribu de Benjamín cuando se repartió la Tierra Prometida (Esdras 2:28). Fue la segunda ciudad conquistada por los israelitas, después de la victoria sobre Jericó. Más tarde, el profeta Isaías menciona una Hai reconstruida, a la que llama Ajat (Isaías 10:28).
Según Josué 7:2, Hai estaba situada a unos tres kilómetros al este de Betel (Josué 10:1). Hoy, sus ruinas se encuentran en el yacimiento arqueológico conocido como Et-Tell, en una ladera que desciende del valle del Jordán hacia Betel. Este lugar destaca por haber sido escenario de una humillante derrota para Israel: la pequeña ciudad cananea venció a los israelitas y les causó alrededor de treinta y seis bajas. La razón de esta derrota fue el pecado de Acán (Josué 7:1–5). Dios había ordenado que nadie tomara para sí el botín de Jericó (Josué 6:19), pero Acán desobedeció y escondió un manto, doscientos siclos de plata y un lingote de oro en su tienda. El pecado permaneció oculto hasta que Dios reveló la causa de la derrota, y Acán, junto con su familia y pertenencias, fue ejecutado (Josué 7:25–26).
Una vez eliminado el pecado del campamento, Dios entregó Hai en manos de Israel (Josué 8:1–29). Josué tendió una emboscada, derrotó a los habitantes de la ciudad, capturó a su rey y lo llevó ante el pueblo: "También colgó al rey de Hai en un árbol hasta la tarde. A la puesta del sol Josué dio orden que bajaran su cadáver del árbol. Lo arrojaron a la entrada de la puerta de la ciudad y levantaron sobre él un gran montón de piedras que permanece hasta el día de hoy" (Josué 8:29). La experiencia enseñó a Israel la importancia de eliminar el pecado de en medio del pueblo para que el Señor peleara por ellos (Josué 23:3).
La región de Hai pasó a formar parte de la herencia de la tribu de Benjamín cuando se repartió la Tierra Prometida (Esdras 2:28). Fue la segunda ciudad conquistada por los israelitas, después de la victoria sobre Jericó. Más tarde, el profeta Isaías menciona una Hai reconstruida, a la que llama Ajat (Isaías 10:28).