Pregunta

¿Qué dice la Biblia sobre la escuela dominical?

Respuesta
La escuela dominical comenzó en Gran Bretaña en la década de 1780 y se extendió a Estados Unidos en el siglo XIX. Sin embargo, aquellas primeras escuelas dominicales eran muy distintas a las actuales; funcionaban más bien como nuestras escuelas públicas de hoy, pero con la Biblia como componente central. Se crearon para ofrecer educación básica los domingos a niños que trabajaban en fábricas, tiendas o granjas el resto de la semana. Con el tiempo, se implementaron leyes contra el trabajo infantil y surgieron las escuelas públicas, lo que relegó la enseñanza religiosa a las iglesias. La Unión de Escuelas Dominicales de América, una organización nacional interdenominacional fundada en Filadelfia en 1824, publicaba materiales curriculares y libros infantiles que se usaban ampliamente en las escuelas dominicales de aquella época.

La Biblia no menciona la escuela dominical como tal. Sin embargo, la idea de enseñar sí está presente en el término griego del Nuevo Testamento paideia, que se traduce como "disciplina" o "instrucción" en Efesios 6:4. Esta palabra también se puede traducir como "educar" o "corregir", y conlleva la idea de formación y enseñanza. Ese es también el propósito de la Palabra de Dios. En 2 Timoteo 3:16–17 leemos que la Palabra es útil para enseñar (es decir, para instruir en doctrina), para reprender, corregir e instruir en justicia, a fin de que el creyente esté capacitado y plenamente preparado para toda buena obra.

Israel recibió la orden de enseñar a sus hijos los estatutos del Señor, y la esencia de esa enseñanza se encuentra en Deuteronomio 6:4–7: "Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es" (NBLA). Este pasaje se conoce como el Shemá, que es la primera palabra del versículo 4 en hebreo. También hay instrucciones para enseñar a los hijos en Deuteronomio 4:10 y 11:19. A lo largo de su historia, los judíos han tenido—y aún mantienen—las yeshivás, escuelas dedicadas a la enseñanza de la Torá (los primeros cinco libros del Antiguo Testamento). Tradicionalmente, comenzaban cuando el niño tenía entre tres y cinco años y solo asistían los varones, aunque hoy eso ha cambiado. Es posible que la escuela dominical, que surgió dentro del movimiento evangélico, tenga sus raíces en el concepto de la yeshivá.

Es importante recordar que, en los primeros siglos de la iglesia, los creyentes se reunían en casas, cuevas u otros lugares ocultos debido a la persecución. En ese contexto, la enseñanza de la verdad de Dios a los niños era responsabilidad de los padres y se hacía en el hogar. Lamentablemente, hoy en día esta práctica ya no es prioridad en muchos hogares cristianos, y muchos padres han delegado por completo la instrucción bíblica a la iglesia y a lo que hoy llamamos escuela dominical. Sin embargo, lo que se enseña en la escuela dominical debería ser solo un complemento de lo que los niños reciben en casa. Lo ideal es que la iglesia y la familia trabajen juntas para formar a los niños en la fe.