Pregunta
¿Cuál es la historia de David e Isboset?
Respuesta
Isboset era hijo del rey Saúl. Su historia se relata en 2 Samuel capítulos 2 al 4. David era rey en la ciudad de Hebrón y gobernaba sobre la tribu de Judá. Isboset fue proclamado rey sobre el resto de Israel: "Pero Abner, hijo de Ner, comandante del ejército de Saúl, había tomado a Isboset, hijo de Saúl, y lo llevó a Mahanaim. Y le hizo rey sobre Galaad, sobre Gesuri, sobre Jezreel, sobre Efraín, sobre Benjamín y sobre todo Israel. Isboset, hijo de Saúl, tenía cuarenta años cuando comenzó a reinar sobre Israel, y reinó dos años. La casa de Judá, sin embargo, siguió a David" (2 Samuel 2:8–10, NBLA).
Después de una batalla en Gabaón entre Judá e Israel, Abner decidió unirse a David. Abner era un líder militar al servicio de Isboset, quien lo acusó de haber dormido con una de las concubinas de su padre. Indignado por esta acusación—que no era cierta—, Abner prometió entregar el resto de Israel a David (2 Samuel 3:7–11).
En ese tiempo, "los hijos de Rimón el beerotita, Recab y Baana, fueron y entraron en la casa de Isboset en el calor del día, mientras él dormía la siesta. Llegaron hasta la mitad de la casa como si fueran a buscar trigo, y lo hirieron en el vientre" (2 Samuel 4:5–6, NBLA). Los asesinos llevaron la cabeza de Isboset a David, esperando recibir una recompensa. Sin embargo, David se indignó ante tan acto despiadado, ordenó matar a estos hombres, les cortaron las manos y los pies, y colgaron sus cuerpos junto a un estanque en Hebrón. En contraste, la cabeza de Isboset fue enterrada en Hebrón (2 Samuel 4:12). Estos eventos ocurrieron después de que David había reinado en Hebrón por unos siete años y medio.
Aunque el final de la vida de Isboset fue violento, abrió la puerta para que el gobierno de David se extendiera desde Judá a todo Israel. Finalmente se cumplió la antigua profecía: David fue coronado rey de todo Israel (2 Samuel 5:2). "Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y el rey David hizo un pacto con ellos en Hebrón delante del Señor; luego ungieron a David como rey sobre Israel. David tenía treinta años cuando llegó a ser rey, y reinó cuarenta años. En Hebrón reinó sobre Judá siete años y seis meses, y en Jerusalén reinó treinta y tres años sobre todo Israel y Judá" (2 Samuel 5:3–5, NBLA).
A pesar de los muchos actos de violencia que ocurrieron entre el reino de David y el de Isboset, Dios estaba obrando, preparando el cumplimiento de Su promesa. David finalmente reinó sobre Israel desde Jerusalén. Fue un antepasado de Jesucristo, el Mesías que reinará para siempre.
Después de una batalla en Gabaón entre Judá e Israel, Abner decidió unirse a David. Abner era un líder militar al servicio de Isboset, quien lo acusó de haber dormido con una de las concubinas de su padre. Indignado por esta acusación—que no era cierta—, Abner prometió entregar el resto de Israel a David (2 Samuel 3:7–11).
En ese tiempo, "los hijos de Rimón el beerotita, Recab y Baana, fueron y entraron en la casa de Isboset en el calor del día, mientras él dormía la siesta. Llegaron hasta la mitad de la casa como si fueran a buscar trigo, y lo hirieron en el vientre" (2 Samuel 4:5–6, NBLA). Los asesinos llevaron la cabeza de Isboset a David, esperando recibir una recompensa. Sin embargo, David se indignó ante tan acto despiadado, ordenó matar a estos hombres, les cortaron las manos y los pies, y colgaron sus cuerpos junto a un estanque en Hebrón. En contraste, la cabeza de Isboset fue enterrada en Hebrón (2 Samuel 4:12). Estos eventos ocurrieron después de que David había reinado en Hebrón por unos siete años y medio.
Aunque el final de la vida de Isboset fue violento, abrió la puerta para que el gobierno de David se extendiera desde Judá a todo Israel. Finalmente se cumplió la antigua profecía: David fue coronado rey de todo Israel (2 Samuel 5:2). "Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y el rey David hizo un pacto con ellos en Hebrón delante del Señor; luego ungieron a David como rey sobre Israel. David tenía treinta años cuando llegó a ser rey, y reinó cuarenta años. En Hebrón reinó sobre Judá siete años y seis meses, y en Jerusalén reinó treinta y tres años sobre todo Israel y Judá" (2 Samuel 5:3–5, NBLA).
A pesar de los muchos actos de violencia que ocurrieron entre el reino de David y el de Isboset, Dios estaba obrando, preparando el cumplimiento de Su promesa. David finalmente reinó sobre Israel desde Jerusalén. Fue un antepasado de Jesucristo, el Mesías que reinará para siempre.