Pregunta
¿Quién fue Cuadrato de Atenas?
Respuesta
Cuadrato de Atenas (a veces traducido como Cuadrado de Atenas), también conocido como San Cuadrato de Atenas, fue un pastor de la Iglesia primitiva, probablemente en la ciudad de Atenas, Grecia. Se le menciona en los escritos de los historiadores Eusebio de Cesarea y Jerónimo. La mayoría de sus obras se han perdido, pero se sabe que escribió una defensa apologética sobre la deidad de Cristo, dirigida al emperador romano Adriano alrededor del año 124 d.C. Según Eusebio, Cuadrato fue discípulo de los apóstoles originales, y tras el martirio de Publio, líder de la iglesia en Atenas, asumió su lugar y brindó consuelo espiritual a los creyentes de la ciudad. Tanto la Iglesia Católica Romana como la Iglesia Ortodoxa Oriental lo han canonizado, y esta última también lo considera uno de los setenta discípulos mencionados en Lucas 10:1.
Cuadrato es recordado principalmente por haberse presentado ante el emperador Adriano para defender la fe cristiana, motivo por el cual se le conoce como "el primer apologista cristiano". Su defensa fue racional y se basó en el pensamiento filosófico de la cultura griega, lo que marcó un precedente para muchos pensadores cristianos posteriores en el mundo occidental.
El argumento de Cuadrato se puede resumir de la siguiente manera: Primero, todos sabían que Cristo realizó milagros, ya que muchos los habían visto personalmente o conocían a quienes los presenciaron. Segundo, aquellos milagros no podían atribuirse a la magia ni a simples trucos, porque los efectos perduraron. Las personas que fueron sanadas o resucitadas continuaron viviendo muchos años; de hecho, algunos aún vivían en tiempos de Cuadrato. Si los milagros eran reales, concluía él, entonces el Salvador también era genuino. Como dijo Jesús: "Créanme que Yo estoy en el Padre y el Padre en Mí; y si no, crean por las obras mismas" (Juan 14:11).
Eusebio relata que el emperador Adriano quedó impresionado por la defensa de Cuadrato y llegó a emitir un edicto favorable hacia los cristianos, aunque otras fuentes sugieren que su reacción fue distinta. En cualquier caso, el encuentro entre Cuadrato—entonces líder de la iglesia en Atenas—y el emperador está confirmado también por Jerónimo en su obra Hombres ilustres.
La historia presenta a Cuadrato como un pastor valiente y fiel, dispuesto a ocupar el lugar del mártir Publio y capaz de reanimar a una iglesia temerosa bajo persecución. Algunos lo consideran testigo ocular del ministerio de Cristo, y todos coinciden en que fue un hombre de fe inquebrantable, que se atrevió a enfrentarse al emperador romano y proclamar con valentía la verdad de Dios.
Cuadrato es recordado principalmente por haberse presentado ante el emperador Adriano para defender la fe cristiana, motivo por el cual se le conoce como "el primer apologista cristiano". Su defensa fue racional y se basó en el pensamiento filosófico de la cultura griega, lo que marcó un precedente para muchos pensadores cristianos posteriores en el mundo occidental.
El argumento de Cuadrato se puede resumir de la siguiente manera: Primero, todos sabían que Cristo realizó milagros, ya que muchos los habían visto personalmente o conocían a quienes los presenciaron. Segundo, aquellos milagros no podían atribuirse a la magia ni a simples trucos, porque los efectos perduraron. Las personas que fueron sanadas o resucitadas continuaron viviendo muchos años; de hecho, algunos aún vivían en tiempos de Cuadrato. Si los milagros eran reales, concluía él, entonces el Salvador también era genuino. Como dijo Jesús: "Créanme que Yo estoy en el Padre y el Padre en Mí; y si no, crean por las obras mismas" (Juan 14:11).
Eusebio relata que el emperador Adriano quedó impresionado por la defensa de Cuadrato y llegó a emitir un edicto favorable hacia los cristianos, aunque otras fuentes sugieren que su reacción fue distinta. En cualquier caso, el encuentro entre Cuadrato—entonces líder de la iglesia en Atenas—y el emperador está confirmado también por Jerónimo en su obra Hombres ilustres.
La historia presenta a Cuadrato como un pastor valiente y fiel, dispuesto a ocupar el lugar del mártir Publio y capaz de reanimar a una iglesia temerosa bajo persecución. Algunos lo consideran testigo ocular del ministerio de Cristo, y todos coinciden en que fue un hombre de fe inquebrantable, que se atrevió a enfrentarse al emperador romano y proclamar con valentía la verdad de Dios.