Pregunta
¿Qué ocurrió en el Concilio de Jamnia?
Respuesta
El llamado Concilio de Jamnia (también conocido como Jabneh) habría tenido lugar en el siglo I d.C. y, según algunos eruditos, fue donde se fijaron los límites del canon judío, excluyendo los libros apócrifos. Sin embargo, la existencia y naturaleza de este concilio son muy debatidas y las opiniones al respecto varían ampliamente.
Algunos eruditos no católicos mencionan el Concilio de Jamnia como la instancia donde los líderes judíos cerraron oficialmente el canon del Antiguo Testamento, sosteniendo que la Iglesia primitiva posteriormente aceptó ese canon como autoritativo. Por su parte, la Iglesia Católica Romana, que reconoce los apócrifos como parte inspirada de las Escrituras, niega que dicho concilio haya ocurrido realmente o que tuviera autoridad definitiva sobre el canon.
Los eruditos católicos argumentan que los cristianos no tienen razón para aceptar las conclusiones de un concilio rabínico que, de haber existido, habría estado influido por el rechazo judío de Cristo y por la oposición a la Iglesia naciente. Además, recuerdan que la Septuaginta—la traducción griega del Antiguo Testamento utilizada por los primeros cristianos gentiles—incluía los apócrifos, y que el apóstol Pablo la citó con frecuencia. Por ello, algunos sostienen que los rabinos rechazaron los apócrifos precisamente porque eran parte de la Biblia usada por los cristianos. Irónicamente, este argumento mismo muestra que los apócrifos siempre fueron considerados distintos del resto del Antiguo Testamento: la Iglesia primitiva dependía mucho, por ejemplo, de Isaías, pero no hubo rechazo alguno de ese libro por parte de los judíos.
Los protestantes, en cambio, destacan que la Iglesia Católica Romana no declaró oficialmente inspirados los apócrifos hasta el Concilio de Trento (1545–1563), y que esa decisión fue en parte una respuesta a la Reforma protestante, que también los rechazaba.
En realidad, no existen documentos antiguos que registren de manera clara las actividades del supuesto Concilio de Jamnia. La idea de su existencia fue propuesta recién en el siglo XVIII, basándose en deducciones a partir de fuentes anteriores. No hay evidencia concluyente de que los rabinos celebraran un concilio formal y autoritativo que definiera el canon bíblico de una vez por todas. Además, en ese tiempo el judaísmo oficial estaba en crisis, pues el Templo había sido destruido y los judíos estaban dispersos por el Imperio Romano, lo cual habría dificultado cualquier decisión centralizada.
Aunque el tema del Concilio de Jamnia resulta interesante históricamente, la cuestión sobre si los apócrifos deben considerarse parte del canon bíblico cristiano se resuelve mejor a partir de otras evidencias teológicas y textuales.
Algunos eruditos no católicos mencionan el Concilio de Jamnia como la instancia donde los líderes judíos cerraron oficialmente el canon del Antiguo Testamento, sosteniendo que la Iglesia primitiva posteriormente aceptó ese canon como autoritativo. Por su parte, la Iglesia Católica Romana, que reconoce los apócrifos como parte inspirada de las Escrituras, niega que dicho concilio haya ocurrido realmente o que tuviera autoridad definitiva sobre el canon.
Los eruditos católicos argumentan que los cristianos no tienen razón para aceptar las conclusiones de un concilio rabínico que, de haber existido, habría estado influido por el rechazo judío de Cristo y por la oposición a la Iglesia naciente. Además, recuerdan que la Septuaginta—la traducción griega del Antiguo Testamento utilizada por los primeros cristianos gentiles—incluía los apócrifos, y que el apóstol Pablo la citó con frecuencia. Por ello, algunos sostienen que los rabinos rechazaron los apócrifos precisamente porque eran parte de la Biblia usada por los cristianos. Irónicamente, este argumento mismo muestra que los apócrifos siempre fueron considerados distintos del resto del Antiguo Testamento: la Iglesia primitiva dependía mucho, por ejemplo, de Isaías, pero no hubo rechazo alguno de ese libro por parte de los judíos.
Los protestantes, en cambio, destacan que la Iglesia Católica Romana no declaró oficialmente inspirados los apócrifos hasta el Concilio de Trento (1545–1563), y que esa decisión fue en parte una respuesta a la Reforma protestante, que también los rechazaba.
En realidad, no existen documentos antiguos que registren de manera clara las actividades del supuesto Concilio de Jamnia. La idea de su existencia fue propuesta recién en el siglo XVIII, basándose en deducciones a partir de fuentes anteriores. No hay evidencia concluyente de que los rabinos celebraran un concilio formal y autoritativo que definiera el canon bíblico de una vez por todas. Además, en ese tiempo el judaísmo oficial estaba en crisis, pues el Templo había sido destruido y los judíos estaban dispersos por el Imperio Romano, lo cual habría dificultado cualquier decisión centralizada.
Aunque el tema del Concilio de Jamnia resulta interesante históricamente, la cuestión sobre si los apócrifos deben considerarse parte del canon bíblico cristiano se resuelve mejor a partir de otras evidencias teológicas y textuales.