Pregunta
¿Qué es la Carta a Diogneto?
Respuesta
La Carta (o Epístola) a Diogneto es una obra del siglo II o III que defiende las doctrinas del cristianismo. Este tipo de texto se conoce como una carta apologética o apología. Aunque se desconoce tanto el autor como el destinatario, el escrito pretende haber sido redactado por un discípulo de los apóstoles que se identifica como Mathetes, palabra griega que significa simplemente "discípulo". La identidad de Diogneto, a quien se dirige la carta, también es incierta, aunque podría haber sido un hombre de alto rango, ya que en el saludo se lo trata con el título de "Su Excelencia".
La epístola consta de doce capítulos en los que se explica el significado de la salvación por la fe en Cristo y sus resultados, aunque el nombre de Jesús no se menciona directamente. En su lugar, el autor se refiere a Él como el "Hijo" o el "Verbo". El manuscrito más antiguo conocido de esta carta, fechado entre los siglos XIII y XIV, fue hallado junto con los escritos de Justino Mártir, pero lamentablemente se perdió en un incendio en 1870. Durante algún tiempo se pensó que Justino era su autor, aunque esa teoría fue posteriormente descartada.
En la Carta a Diogneto, el autor describe con claridad la diferencia entre un cristiano y un no cristiano, y contrasta la religión judía con su cumplimiento en el cristianismo. Llama "insensatos" a los judíos que permanecen aferrados a la letra de la Ley en lugar de vivir en la libertad adquirida por el Hijo de Dios. Hacia el final del capítulo 5, el autor ofrece una hermosa descripción de la vida a la que Jesús ha llamado a Sus seguidores:
"Existen en la carne, pero no viven según la carne. Pasan sus días en la tierra, pero son ciudadanos del cielo. Obedecen las leyes prescritas, pero las superan con su vida.
Aman a todos los hombres y son perseguidos por todos. Son desconocidos y condenados. Son ejecutados y devueltos a la vida.
Son pobres y enriquecen a muchos; carecen de todo, pero abundan en todo.
Son deshonrados, y en su deshonra son glorificados; se habla mal de ellos, pero son justificados; son injuriados, pero bendicen; son insultados y responden con honor; hacen el bien y son castigados como malhechores; cuando son castigados, se alegran como si resucitaran de entre los muertos. Son atacados por los judíos como bárbaros, perseguidos por los griegos; sin embargo, quienes los odian no pueden explicar la causa de su odio".
Una verdad central en la Carta a Diogneto es que el estilo de vida cristiano al que Jesús llamó a Sus seguidores no ha cambiado. La persecución injusta ha acompañado a los creyentes desde los días de Jesús y continuará hasta Su regreso (Mateo 5:10–12; Juan 15:18–19). Esta carta es una exposición clara y profunda de lo que significa seguir a Cristo, y una afirmación de que no hay vida más valiosa ni más plena que la de seguirle (ver Lucas 9:23; Juan 6:68).
La epístola consta de doce capítulos en los que se explica el significado de la salvación por la fe en Cristo y sus resultados, aunque el nombre de Jesús no se menciona directamente. En su lugar, el autor se refiere a Él como el "Hijo" o el "Verbo". El manuscrito más antiguo conocido de esta carta, fechado entre los siglos XIII y XIV, fue hallado junto con los escritos de Justino Mártir, pero lamentablemente se perdió en un incendio en 1870. Durante algún tiempo se pensó que Justino era su autor, aunque esa teoría fue posteriormente descartada.
En la Carta a Diogneto, el autor describe con claridad la diferencia entre un cristiano y un no cristiano, y contrasta la religión judía con su cumplimiento en el cristianismo. Llama "insensatos" a los judíos que permanecen aferrados a la letra de la Ley en lugar de vivir en la libertad adquirida por el Hijo de Dios. Hacia el final del capítulo 5, el autor ofrece una hermosa descripción de la vida a la que Jesús ha llamado a Sus seguidores:
"Existen en la carne, pero no viven según la carne. Pasan sus días en la tierra, pero son ciudadanos del cielo. Obedecen las leyes prescritas, pero las superan con su vida.
Aman a todos los hombres y son perseguidos por todos. Son desconocidos y condenados. Son ejecutados y devueltos a la vida.
Son pobres y enriquecen a muchos; carecen de todo, pero abundan en todo.
Son deshonrados, y en su deshonra son glorificados; se habla mal de ellos, pero son justificados; son injuriados, pero bendicen; son insultados y responden con honor; hacen el bien y son castigados como malhechores; cuando son castigados, se alegran como si resucitaran de entre los muertos. Son atacados por los judíos como bárbaros, perseguidos por los griegos; sin embargo, quienes los odian no pueden explicar la causa de su odio".
Una verdad central en la Carta a Diogneto es que el estilo de vida cristiano al que Jesús llamó a Sus seguidores no ha cambiado. La persecución injusta ha acompañado a los creyentes desde los días de Jesús y continuará hasta Su regreso (Mateo 5:10–12; Juan 15:18–19). Esta carta es una exposición clara y profunda de lo que significa seguir a Cristo, y una afirmación de que no hay vida más valiosa ni más plena que la de seguirle (ver Lucas 9:23; Juan 6:68).