Pregunta
¿Cuál fue la razón por la que Pedro negó a Jesús?
Respuesta
La historia de la triple negación de Cristo por parte de Pedro se encuentra en los cuatro Evangelios: Mateo 26:69-74, Marcos 14:66-72, Lucas 22:55-62 y Juan 18:15-18, 25-27. Pero, ¿por qué el jefe de los discípulos negó incluso conocerlo? Hubo dos razones principales por las que Pedro negó a Jesús: la debilidad y el miedo.
La negación de Pedro se basó en parte en la debilidad, la debilidad que nace de la fragilidad humana. Después de la Última Cena, Jesús llevó a Sus discípulos al huerto de Getsemaní para esperar Su arresto. Les dijo que permanecieran despiertos y oraran mientras él se apartaba para orar a solas. Cuando regresó, los encontró dormidos. Advirtió a Pedro que permaneciera despierto y orara porque, aunque su espíritu estuviera dispuesto, su carne era débil. Pero se volvió a dormir y, cuando llegaron los soldados para arrestar a Jesús, ya era demasiado tarde para orar pidiendo fuerzas para soportar la prueba que se avecinaba. Sin duda, su fracaso a la hora de utilizar el único medio para reforzar su propia debilidad —la oración— se le ocurrió mientras lloraba amargamente tras sus negaciones. Sin embargo, Pedro aprendió la lección sobre la importancia de estar alerta y nos exhorta en 1 Pedro 5:8: "estén alerta. Su adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar". La debilidad de Pedro le llevó a ser "devorado" momentáneamente cuando negó a su Señor, porque no se había preparado mediante la oración y subestimó su propia debilidad.
Una segunda razón del fracaso de Pedro fue el miedo. Hay que reconocer que, aunque todos los demás habían huido (Marcos 14:50), Pedro siguió a Jesús después de Su arresto, pero se mantuvo a distancia para no ser identificado con Él (Marcos 14:54). No hay duda de que el miedo se apoderó de él. Desde el patio, vio cómo Jesús era falsamente acusado, golpeado e insultado (Marcos 14:57-66). Pedro temía que Jesús muriera y también temía por su propia vida. El mundo odiaba a Jesús, y Pedro se dio cuenta de que no estaba preparado para enfrentar el ridículo y la persecución que Jesús estaba sufriendo. Anteriormente, Jesús había advertido a sus discípulos, así como a nosotros hoy: "Si el mundo los odia, sepan que me ha odiado a Mí antes que a ustedes" (Juan 15:18; cf. Mateo 24:9). Pedro pronto se dio cuenta de que no era tan valiente y audaz como había proclamado, y por miedo negó a Aquel que lo había amado.
Podríamos preguntarnos por qué Jesús permitió que Pedro fallara tan estrepitosamente y negara a su Señor tres veces aquella noche. Jesús le reveló a Pedro que Satanás había pedido permiso para zarandearlo como a trigo (Lucas 22:31). Jesús podría haber protegido fácilmente a Pedro y no haber permitido que Satanás lo zarandeara, pero Jesús tenía un objetivo mayor. Estaba equipando a Pedro para fortalecer a sus hermanos (Lucas 22:32). Pedro no solo fortaleció a los demás discípulos, sino que se convirtió en el pilar de la iglesia primitiva en Jerusalén, exhortando y entrenando a otros a seguir al Señor Jesús (Hechos 2). Y continúa hasta el día de hoy fortaleciéndonos a través de sus epístolas, 1 y 2 Pedro. Al igual que con todos nuestros fracasos, Dios utilizó los muchos fracasos de Pedro, incluyendo sus tres negaciones de Cristo, para convertirlo de Simón, un hombre común con un nombre común, en Pedro, la Roca.
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¿Cuál fue la razón por la que Pedro negó a Jesús?
