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Pregunta

¿Acaso Jesús fue el hijo biológico de María? Si es así, ¿por qué no heredó una naturaleza pecaminosa?

Respuesta


Decir que Jesús fue el hijo biológico de María es afirmar algo muy importante desde el punto de vista bíblico. Cumple con las profecías, confirma que el nacimiento de Jesús fue verdaderamente milagroso y tiene fuertes implicaciones espirituales. Al mismo tiempo, Jesús estuvo sin pecado, por lo que muchos se preguntan cómo Jesús podría ser el hijo biológico de María y, sin embargo, estar sin pecado (Hebreos 4:15).

El nacimiento de Jesús es verdaderamente milagroso y está profetizado en las Escrituras. El contexto para lo que se conoce como “la concepción virginal” comienza en Génesis 3:15. Dios está juzgando a la serpiente por engañar a Eva, y Dios le anuncia que pondrá enemistad entre la serpiente y la mujer, y entre su descendencia y la de ella. Llama la atención que a esta serpiente posteriormente se la identifique como Satanás (Apocalipsis 12:9; 20:2), y quizá sorprenda que la serpiente tuviera "simiente". Más asombroso aún es que la mujer también tenga "simiente" (Génesis 3:15).

En las Escrituras, “simiente” a veces se refiere a simiente real, literal, ya sea para la reproducción humana o para plantas (Génesis 1:29, Levítico 15:16). Sin embargo, más a menudo (más de 200 veces) se usa como una representación de descendientes o simiente (Isaías 48:19, Gálatas 3:16). Independientemente de su significado específico en este pasaje, biológico o representativo, lo cierto es que la simiente de Eva aplastaría a la de la serpiente. Esto presagiaba a Jesús, quien vendría y derrotaría a la serpiente de una vez por todas (1 Corintios 15: 54-57, Apocalipsis 12:9). Se profetizó que Jesús sería de la simiente de Eva, y Él cumplió con esa profecía. También cumplió con la profecía de que sería de la descendencia de David (Romanos 1:3). Milagrosamente, Jesús cumplió muchas profecías.

Otra profecía que Jesús cumplió en Su nacimiento proviene de una profecía en Isaías de que una virgen concebiría un hijo. Mientras el niño aún era muy pequeño, Dios le daría a Judá la victoria sobre dos reyes opresores (Isaías 7: 14-16). No está claro en el contexto inmediato si el término hebreo "alma" se refiere a una virgen o simplemente a una joven, pero está claro que la profecía se cumplió realmente con Jesús (Mateo 1:20-23). Efectivamente, Jesús fue concebido en María (Mateo 1:20) y nació de ella (Mateo 1:21) siendo aún virgen (no simplemente una joven). Mateo le dice explícitamente a sus lectores que José mantuvo a María virgen hasta que nació Jesús (Mateo 1:24-25). Aunque a veces nos referimos al nacimiento de Jesús a través de María como el "nacimiento virginal", es más preciso entender que Jesús no solo fue concebido en María, sino que también nació de ella. Ella fue Su madre humana, y Jesús fue concebido en María por el Espíritu Santo (Mateo 1:18, 20).

Es importante que Jesús sea el hijo biológico de María por varias razones:

En primer lugar, como hijo biológico de María, que fue concebido y dado a luz por ella, Jesús podía cumplir la profecía de Génesis 3:15: Él era de la simiente de Eva.

Segundo, Jesús pudo cumplir la profecía de Isaías 7: 14–16, es decir, que Él realmente nació de una mujer que seguía siendo virgen. Aunque esto es, por supuesto, humanamente imposible, es posible con Dios (Lucas 1:37). El ángel le explicó a José cómo tendría lugar esto (Mateo 1: 20–25). Jesús sería concebido por el Espíritu Santo y eso sería una de las razones por las que Jesús sería reconocido como el Hijo de Dios (Lucas 1:35).

Tercero, el hecho de que Jesús no descendiera biológicamente de un hombre es importante porque José formaba parte del linaje de Conías. Dios había declarado que Conías no tendría descendencia que gobernara en el trono de David (Jeremías 22:24-30). Aunque Jesús era legalmente hijo de José, no descendía biológicamente de José. Por lo tanto, Jesús no provenía de Conías y podía cumplir las profecías mesiánicas sin que Dios faltara a Su palabra sobre la descendencia de Conías.

Aunque la Biblia no proporciona detalles sobre cómo el Espíritu Santo concibió a Jesús en María, está claro que Jesús nació mientras María todavía era virgen. Que Jesús fuera el hijo biológico de María y el hijo legal, pero no biológico de José es importante y nos ayuda a entender cómo Jesús pudo ser un sacrificio sin pecado por nuestros pecados.

Entonces, viendo que Jesús era el hijo de María, concebido en ella y nacido de ella, ¿cómo es posible que Jesús no hubiera tenido una naturaleza pecaminosa? Hay algunas teorías que tratan de explicar cómo Jesús no pudo haber heredado una naturaleza pecaminosa:

1. La naturaleza pecaminosa se transmite a través del padre. La opinión es que como Jesús no tuvo un padre biológico, la naturaleza pecaminosa no se le pudo haber transmitido a Jesús. Aunque este ha sido un punto de vista tradicional durante siglos, plantea algunos problemas. Las Escrituras no relacionan el nacimiento virginal con no tener una naturaleza pecaminosa. La profecía de un nacimiento virginal muestra que el nacimiento de Jesús sería milagroso, pero no llega a sugerir su significado teológico. Debemos tener cuidado de no añadir nuevos significados al nacimiento virginal si estos no están claramente identificados en las Escrituras. Además, decir que solo los hombres transmiten la naturaleza pecaminosa podría implicar que las mujeres son menos culpables. María tenía una naturaleza pecaminosa, no solo porque su padre se la transmitió, sino porque ella era pecadora también. Sí, Adán era responsable por el pecado de Eva, que resultó en la entrada del pecado y la muerte en la raza humana (Romanos 5:12, 17), pero ambos fueron pecadores después de pecar. Además, nada cambió biológicamente para Adán cuando pecó, pero sabemos que a través de este hombre, Adán, el pecado entró en el mundo (Romanos 5:12-19). Este es un problema espiritual, no biológico, aunque el pecado también ha impactado la biología.

2. Tenía una naturaleza pecaminosa pero no pecó. El argumento dice que como Jesús era el hijo biológico de María, recibió una naturaleza pecaminosa, pero no pecó. Esto plantea problemas porque Dios no podría asumir una naturaleza que es contraria a Su carácter. Además, Hebreos 7:26 nos dice: "Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos". Jesús se encarnó, pero estaba apartado de los pecadores. Fue tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. Y sin una naturaleza pecaminosa.

3. Concebido del Espíritu Santo e implantado en ella. Lo que se cree es que Dios creó un cuerpo para Jesús, como lo hizo con Adán, y María lo llevó desde que fue implantado hasta que dio a luz; por lo tanto, fue hecho a semejanza de carne de pecado (Romanos 8:3, Filipenses 2:7) y sigue siendo simiente de María, aunque fue creado milagrosamente.

4. La naturaleza pecaminosa se transmite espiritualmente, no biológicamente. Esta teoría afirma que la naturaleza pecaminosa no está limitada al ADN humano, como se ve con los ángeles que también pecaron. Además, la teoría sostiene que la naturaleza pecaminosa no es necesaria para que el pecado ocurra. Ni Adán y Eva ni los ángeles tenían una naturaleza pecaminosa, sin embargo, fueron tentados tanto interna como externamente. La tentación interna se puede ver cuando Satanás deseaba ser como Dios (Isaías 14:14) y cuando el fruto parecía atractivo a los ojos de Eva y deseable para adquirir sabiduría (Génesis 3:6). Externamente, la serpiente tentó a Adán y Eva con una fruta y una mentira (Génesis 3: 4-5). Si no se requiere una naturaleza pecaminosa para tener la potencialidad de pecar, Jesús podría haber sido tentado en todos los aspectos en los que nosotros fuimos sin una naturaleza pecaminosa y, como Dios, fue tentado pero sin pecado. Por último, el pecado es un problema espiritual (1 Corintios 15:22), y la vida eterna y la salvación son realidades espirituales que se transmiten espiritualmente a aquellos que confían en Cristo. Por consiguiente, no es problemático decir que la naturaleza pecaminosa se transmite espiritualmente y no biológicamente.

Aunque no comprendemos completamente cómo Jesús no pudo haber tenido una naturaleza pecaminosa, la realidad es que Jesús, que fue sin pecado, murió en la cruz sin ser un pecador. Para morir y ser nuestro sacrificio perfecto para que pudiéramos ser salvos del pecado, Él se hizo pecado por nosotros (Hebreos 9:28; 2 Corintios 5:21). Jesús tenía la imagen del Dios invisible (Colosenses 1:15). Todos los demás hombres llevaban la imagen de Adán, manchada de pecado, pero Jesús, gracias a la concepción por el Espíritu Santo, no. De hecho, Pablo contrasta a Jesús con Adán en Romanos 5, explicando que Adán trajo la muerte, pero Jesús trajo la vida (Romanos 5: 15-19).

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