Pregunta
¿Cuál debe ser la perspectiva cristiana sobre Harry Potter?
Respuesta
A medida que aumenta la popularidad de la serie Harry Potter, muchos padres cristianos se plantean preguntas importantes. Algunos consideran que el mundo mágico de Harry es simplemente fantasía inofensiva. Otros temen que estos libros y películas puedan funcionar como una puerta hacia lo oculto. Sea cual sea el punto de vista, Harry Potter se ha vuelto prácticamente inevitable: aparece en librerías infantiles, bibliotecas públicas y escuelas. Sin duda, los cristianos deberían tener ciertas reservas y ejercitar discernimiento al decidir si permiten que sus hijos se sumerjan o no en este universo.
Los libros y películas de Harry Potter están llenos de magia de estilo clásico. La brujería y la hechicería son temas centrales, y los protagonistas son magos, brujas y criaturas mágicas. Aunque los personajes realizan hechizos, usan bolas de cristal y practican otras artes mágicas, no interactúan con fuerzas espirituales sobrenaturales. Si bien esto puede considerarse un aspecto positivo, también implica algo negativo: en ese mundo no existe un poder superior ante el cual rendir cuentas.
A diferencia de otras obras de fantasía que también incluyen brujas—como Las crónicas de Narnia de C. S. Lewis—, Harry Potter no presenta una cosmovisión bíblica positiva. En ocasiones, la distinción entre el bien y el mal se vuelve borrosa, ya que tanto personajes "buenos" como "malos" usan diversos tipos de magia. La Biblia condena claramente todas las formas de brujería, hechicería y espiritismo (Deuteronomio 18:10-11). Además, Filipenses 4:8 ordena llenar la mente con "todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable". ¿Significa esto que todos los cristianos deben evitar por completo Harry Potter?
Para algunas familias, la respuesta es sí. La serie puede no ser adecuada para niños pequeños o espiritualmente inmaduros, quienes quizá no distingan bien entre realidad y fantasía, correcto e incorrecto, o bien y mal. En el mejor de los casos, podrían confundirse respecto a lo que Dios piensa sobre el ocultismo; en el peor, podrían sentirse atraídos por la vida mágica de los personajes y volverse insensibles hacia prácticas ocultistas. Además, existen temas como la violencia, la mentira y ciertos matices de lenguaje que cada familia deberá evaluar según su sensibilidad.
Sin embargo, Harry Potter también contiene elementos positivos. El amor se muestra mediante la abnegación y el sacrificio; la madre de Harry muere para salvarlo. Hay un claro sentido de justicia, ya que el bien finalmente vence al mal. Harry enfrenta sus miedos y encuentra valor, incluso arriesgando su vida por un bien mayor. Las amistades destacan por la lealtad y la devoción, incluso hasta la muerte.
Para las familias que debaten si permitir o no que sus hijos lean o vean Harry Potter, un consejo sabio proviene de Filipenses 4:6-7: presentar toda preocupación a Dios en oración, confiando en que Su paz guardará nuestros corazones y pensamientos. Dios se interesa por lo que vivimos, por eso debemos entregarle nuestras inquietudes (1 Pedro 5:7).
Los padres cristianos tienen la responsabilidad de enseñar a sus hijos las virtudes que agradan a Dios y las realidades espirituales que enfrentamos (Efesios 6:12). Cuando un niño tiene una relación personal con Dios y puede discernir con madurez lo bueno y lo malo según Sus normas, una conversación guiada por los padres sobre los libros y películas de Harry Potter puede convertirse en una oportunidad para enseñar discernimiento piadoso y formar pensadores cristianos sabios.
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