Pregunta
¿Por qué Elías tuvo miedo de Jezabel?
Respuesta
Elías acababa de tener una "experiencia en la cima del monte" al derrotar a los profetas de Baal en el monte Carmelo. El fuego descendió del cielo, el pueblo de Israel reconoció al Señor, y todos los falsos profetas fueron ejecutados. Pero esa experiencia fue seguida por un episodio de temor y fracaso en la vida de Elías: el profeta tuvo miedo y huyó para salvar su vida de la reina Jezabel. La razón se explica claramente en 1 Reyes 19:1–2: "Acab le contó a Jezabel todo lo que Elías había hecho y cómo había matado a espada a todos los profetas. Entonces Jezabel envió un mensajero a Elías, diciendo: "Así me hagan los dioses y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu vida como la vida de uno de ellos"" (NBLA).
Esta amenaza de muerte llevó a Elías a huir al desierto, hasta llegar a un lugar que estaba a un día de camino (1 Reyes 19:4). En un momento dado, Elías se sintió tan desanimado que deseó morir: "Pidió morirse y dijo: "Basta ya, Señor, toma mi vida porque yo no soy mejor que mis padres"" (versículo 4, NBLA).
En respuesta, el Señor envió un ángel para darle comida y agua, tanto antes como después de que durmiera. Luego de descansar y alimentarse, Elías emprendió un viaje de cuarenta días hasta el monte Horeb para encontrarse con el Señor (1 Reyes 19:6–8). Allí, el Señor le preguntó por qué había huido a un lugar tan apartado. La respuesta de Elías fue reveladora: "Los israelitas han abandonado Tu pacto, han derribado Tus altares y han matado a espada a Tus profetas. He quedado yo solo y buscan mi vida para quitármela" (versículo 10, NBLA). Elías se veía a sí mismo como el único defensor del nombre de Dios en Israel. Jezabel parecía estar ganando la batalla, y Elías había huido.
Durante su conversación con Dios en Horeb, el Señor le dio a Elías tres tareas importantes. Primero, debía ungir a Hazael como rey de Siria (1 Reyes 19:15). Segundo, debía ungir a Jehú como rey de Israel (versículo 16). Tercero, debía ungir a Eliseo como profeta en su lugar (versículo 16).
Estos líderes ayudarían a alejar a Israel del mal de la idolatría y facilitarían la destrucción total de la malvada dinastía de Acab y Jezabel: "Al que escape de la espada de Hazael, Jehú lo matará, y al que escape de la espada de Jehú, Eliseo lo matará" (1 Reyes 19:17, NBLA). Elías había dado un golpe mortal al culto a Baal en Israel, y los tres hombres que él ungiría eliminarían los últimos vestigios de esa forma particular de idolatría.
Además, Dios le dio a Elías una palabra de consuelo muy importante. En ese momento en que el profeta se sentía tan solo, Dios le dijo: "Pero dejaré 7,000 en Israel, todas las rodillas que no se han doblado ante Baal y toda boca que no lo ha besado" (1 Reyes 19:18, NBLA). Elías creía que era el único fiel al Señor, y halló gran consuelo al saber que miles más no se habían postrado ante Baal.
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