Pregunta
¿Qué significa que Dios venga de Temán (Habacuc 3:3)?
Respuesta
Habacuc 3 es un himno de alabanza a Dios. El versículo 3 inicia una sección que dice: "Dios viene de Temán, y el Santo, del monte Parán" (NBLA). ¿Qué significa exactamente esto? ¿Cuál es el significado de que Dios venga de Temán?
Cuando Habacuc afirma que "Dios viene de Temán", está describiendo una manifestación divina que proviene del oriente, como el sol que sale al amanecer. Es una imagen de Dios trayendo luz tras la oscuridad: Él resplandece sobre su pueblo, marcando el inicio de un nuevo día. Temán era una ciudad o región en el norte de Edom, al este de Israel (Génesis 36:11, 15, 34, 42; 1 Crónicas 1:36, 45, 53; Jeremías 49:7; Ezequiel 25:13; Amós 1:12; Abdías 1:9). Uno de los amigos de Job también provenía de Temán (Job 22:1; 42:7, 9). Parán, por su parte, también estaba al este de Israel, opuesto a Temán, y se menciona en pasajes como Deuteronomio 33:2 y Génesis 21:21.
Los versículos siguientes refuerzan esta imagen: "Su esplendor cubre los cielos, y de Su alabanza está llena la tierra. Y el resplandor fue como la luz" (versículos 3b-4, NBLA). Aquí se nos dice explícitamente que la venida de Dios desde Temán es como la salida del sol.
La palabra "resplandor" en el versículo 4 proviene del hebreo hod, asociada con majestad y autoridad real (Números 27:20; 1 Crónicas 29:25). En este contexto, el resplandor de Dios representa Su gloria como Rey soberano, reinando sobre toda la creación.
El lenguaje de Habacuc 3 es notablemente similar a la manifestación de Dios en el monte Sinaí. Al final de Deuteronomio, Moisés bendice por última vez al pueblo de Israel diciendo: "El Señor vino del Sinaí esclareciéndoles desde Seir; resplandeció desde el monte Parán, y vino de en medio de diez millares de santos; a Su diestra había fulgor centelleante para ellos" (Deuteronomio 33:2, NBLA). El uso de frases similares por parte de Habacuc conecta su canto de alabanza con la bendición de Moisés. Habacuc alaba el poder soberano de Dios y Su capacidad para proporcionar un "segundo éxodo" a Su pueblo, no de Egipto, sino de Babilonia.
Habacuc 3:3 marca un giro en el himno: de súplica pasa a alabanza. El profeta recuerda cómo Dios liberó a Israel de Egipto y los condujo a la Tierra Prometida. Así como Dios hizo esa gran obra en el pasado, Habacuc confía en que también librará a Su pueblo del exilio en Babilonia. Después de la oscuridad del cautiverio, Dios será el amanecer de libertad y esperanza.
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¿Qué significa que Dios venga de Temán (Habacuc 3:3)?
