Pregunta
¿Cómo debe ver un cristiano la comedia?
Respuesta
Hay muchos que creen que el cristianismo es muy sobrio y sin mucha diversión ni risas. Ciertamente, no es así. Dios nos hizo a cada uno de nosotros con nuestras múltiples emociones para que pudiéramos experimentar y apreciar plenamente la totalidad de Su creación. Nos anima no sólo a encontrar alegría en las cosas que nos ha dado, sino también a encontrar gozo y risa en Su misma presencia (Salmo 4:7; 16:11; 32:11).
Basta con mirar a nuestro alrededor para ver la alegría, e incluso el humor, que Dios incorporó al mundo. Desde el ornitorrinco hasta el hipopótamo, pasando por las payasadas de los monos, vemos un montón de seres vivos que provocan risa y diversión. Dios nos dio la capacidad de reír, ya sea de alegría, ante una situación graciosa o incluso ante un buen chiste.
Dicho esto, sin embargo, hay muchas cosas que el mundo considera divertidas que no agradan a Dios. Hay muchos humoristas y películas cómicas que sacan partido del lado más oscuro y lascivo del humor para conseguir risas baratas. Como cristianos, debemos llenar nuestra mente con las cosas que son nobles y admirables (Filipenses 4:8), y estar por encima de las bromas groseras (Efesios 5:4). Este tipo de impureza, incluso en nombre del humor, no concuerda con la actitud que Dios nos llama a tener: una actitud de santidad. Las Escrituras son un filtro excelente para considerar qué cosas son puras y cuáles impuras.
Todo lo que Dios hace es amoroso y bueno. Sin embargo, como humanos, manchados por el pecado, a menudo nos encontramos riéndonos a costa de los demás. Este tipo de bromas ridículas son, en el mejor de los casos, cuestionables, pues no muestran caridad ni amor hacia los que nos rodean. Tratar de conseguir risas con un espíritu de crueldad y burla no es una actividad piadosa.
Así pues, ¿cómo debería un cristiano ver la comedia? En esencia, la comedia no tiene nada de malo. Ciertamente, hay muchas cosas de las que reírse en nuestras vidas que son puras y dignas de alabanza; de hecho, hay un buen número de cómicos cristianos y películas cómicas no vulgares. El humor genuino es algo piadoso, y el Señor quiere que estemos alegres (Juan 15:11). Ahora bien, debemos tener mucho cuidado cuando vayamos a ver una película cómica o a un espectáculo de humor, preguntándonos siempre si la comedia en la que decidamos participar agradará al Señor y tendrá una influencia positiva en nuestro caminar cristiano.
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¿Cómo debe ver un cristiano la comedia?