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Pregunta

¿Qué es la teodicea?

Respuesta


La teodicea es una rama de la filosofía que se ocupa del problema del mal a la luz de la existencia de Dios. Si Dios es justo, santo y bueno, ¿cómo existen el mal y la miseria? Esa es la pregunta que la teodicea se plantea. La declaración más famosa de la "problemática del mal" proviene del antiguo filósofo griego Epicuro:

¿Está Dios dispuesto a prevenir el mal, pero no es capaz?

Entonces él no es omnipotente.

¿Es él capaz, pero no está dispuesto?

Entonces él es malévolo.

¿Es él capaz y está dispuesto?

¿Entonces de dónde viene el mal?

¿No es él capaz ni está dispuesto?

¿Entonces por qué llamarle Dios?

Por supuesto, la mayoría de la gente no tiene experiencia con los filósofos. Sin embargo, ven películas, y una versión ligeramente modificada de esta idea proviene del personaje de Lex Luthor en una reciente película de acción:

"Si Dios es todopoderoso, no puede ser todo bueno. Y si él es todo bueno, entonces no puede ser todopoderoso." - Batman v Superman: El amanecer de la justicia

El mayor obstáculo en la discusión de la teodicea es la tendencia a vacilar en las definiciones de ciertas palabras. O a dar a ciertas palabras un significado que no forma parte del argumento. Por lo tanto, para entender realmente el concepto de teodicea, uno tiene que definir cuidadosamente sus términos y luego atenerse a esas definiciones.

Lo que es el mal, es "no"

El problema principal con el "Problema del mal" es definir qué es realmente el mal. El mal se ve típicamente como una fuerza opuesta al bien, formando un yin y yang o dos polos de un imán. Definir el mal de esta manera conduce a un problema lógico para el teísta: ¿por qué Dios creó el mal? Dios creó la gravedad, la luz, el magnetismo, etc.: ¿por qué también creó el mal?

La respuesta más lógica es simplemente que Dios no creó el mal. Porque el mal, en sí mismo, no existe realmente, excepto como la ausencia de bondad. De manera similar, Dios creó la luz, ¿pero también "creó" la oscuridad? No, porque la oscuridad en sí misma no existe. La oscuridad es solo un término que usamos para referirnos a la falta relativa de luz. Se define completamente en términos de privación: la ausencia de algo más.

Lo mismo es cierto para el calor físico. El calor es un término utilizado para describir el movimiento de los átomos y moléculas. Cuando un objeto está frío, simplemente tiene menos movimiento molecular, relativamente hablando. A cero absoluto, todo movimiento molecular se detendría completamente, teóricamente. No se puede estar más "frío" que eso, porque no hay forma de agregar más frialdad. Solo se puede eliminar el calor, y cuando todo el calor se ha ido, eso es todo lo que se puede hacer.

El mismo punto básico se aplica a muchas palabras descriptivas. Términos como corto o delgado son todas referencias a la falta relativa de algo más. No existe tal cosa como "cortedad", y uno no puede "agregar" cortedad. Solo existen diferentes medidas de longitud. El papel de impresora no es "delgado" porque tiene más "delgadez" agregada que el cartón. Usamos el término delgado para no tener que decir "menos grueso".

Un ejemplo de las matemáticas es la constante i, o la raíz cuadrada de menos uno (√(-1)). En realidad, los números negativos no pueden tener una "raíz cuadrada", pero hay lugares en ecuaciones avanzadas donde es un atajo útil. El término i tiene un significado, al menos en teoría, aunque sabemos que no es una descripción literal de algo tangible.

Otro ejemplo matemático es el "número" 0. El término cero se refiere literalmente a lo que no existe. Es una referencia a la nada, a la ausencia de algo. Por eso sumar o restar 0 no resulta en ningún cambio, multiplicar por 0 sigue siendo "nada", y dividir por 0 es una contradicción lógica. ¿Es real el cero? En el sentido de que es un término que podemos entender y que tiene uso, sí. Pero, por supuesto, 0 no existe en ningún sentido tangible. Está literalmente definido como la ausencia de algo (todo) más.

Reuniendo todos estos pensamientos, entonces, se puede decir lo mismo del mal. El término tiene significado y uso, pero no tenemos que suponer que es algo real, tangible y creado. El mal es un término relativo utilizado para significar cualquier cosa que se desvíe de la voluntad o perfección moral de Dios. El mal es la falta de bondad.

Por sí solo, este razonamiento avanza mucho hacia la formación de una teodicea adecuada. Si el mal no es algo "creado" por Dios o alguna fuerza fuera de Dios que Él no puede controlar, entonces el significado de estas preguntas se vuelve muy diferente. Cualquier premisa que requiera que Dios haya creado, formado o generado el mal es inmediatamente invalidada. Todo lo que se necesita, entonces, es que Dios lo haya "permitido".

Nuestra voluntad versus la voluntad de Dios

El debate sobre cómo definimos el mal no se detiene ahí, sin embargo. Para muchos críticos, la objeción a que Dios sea "todo bueno" significa inherentemente "nunca permitir ningún mal". El primer problema con esta visión de la bondad de Dios es lógico. El segundo es personal.

Lógicamente, si Dios es perfecto, entonces cualquier cosa diferente a Él, de cualquier manera, ya no es perfecta. No se puede cambiar la perfección absoluta y completa y seguir siendo absolutamente y completamente perfecto. Esto significa que cualquier cosa que Dios cree es, por definición, diferente a Él y debe ser menos que perfecta. Considerando el mal como una desviación de la bondad de Dios, esto conduce a dos posibilidades, para que Dios evite completamente y totalmente el mal de cualquier tipo.

Primero, Dios simplemente podría no crear nada en absoluto.

Segundo, Dios podría crear pero no permitir nada en su creación la capacidad para el libre albedrío moral. En otras palabras, no permitir ninguna desviación que conduzca al "mal". Pero esto hace una burla de todas las otras emociones, ideales y beneficios que los críticos de Dios quieren defender. En resumen, un universo lógicamente incapaz de mal es también uno lógicamente incapaz de amor, nobleza, sacrificio o éxito.

Un ser incapaz de participar en el mal también es incapaz de mostrar misericordia, compasión o amor. No es difícil ver que, si Dios hubiera creado las cosas con esta limitación, la creación parecería una pérdida de tiempo. Dios desea amor y gloria, y nuestra aprobación de ese deseo es irrelevante para su verdad, pero no puede haber amor dado por creaciones robóticas y sin elección.

Entonces, para que Dios excluya incluso la posibilidad de mal, Él debe o no crear o crear algo completamente sin sentido. Lógicamente, tiene sentido que Dios permita el potencial para el mal porque tal libertad es intrínsecamente la misma que permite el potencial para la nobleza y la virtud. Sin ese potencial, no pueden ocurrir realmente el amor u otras cosas "buenas".

Esto conduce al problema "personal" de exigir que Dios no permita el mal. Una vez que una persona acepta la idea de que el mal tiene que ser posible para que tengamos un libre albedrío significativo, el siguiente paso es a menudo criticar a Dios por permitir "demasiado" mal o los "tipos equivocados" de mal. Aquí, nuevamente, las definiciones y las preferencias personales son clave.

Los críticos de Dios a menudo hacen una suposición en esta etapa. Hacen declaraciones como "un buen Dios podría permitir algún mal, pero nunca permitiría X". Una vez más, la lógica que lleva a este punto muestra que Dios no tiene que crear el mal para que exista. Esta pregunta también supone, de manera irracional, que no pueden haber cosas peores que X. Lógicamente, es posible que pudiera haber males aún peores que X que Dios ha prevenido, y, porque Él los ha prevenido, somos inconscientes que incluso son posibles. Continuar criticando a Dios debido a que hay "demasiado" mal es vacilar entre la lógica y la emoción.

Es posible que no nos guste la idea de que Dios permita ciertos tipos de mal. Y, lógicamente, no hay nada inválido en que una persona elija decir: "Rechazo la obediencia a Dios porque no estoy de acuerdo con Su moral". Pero la teodicea no es una cuestión de hacer que Dios esté de acuerdo con nuestros caprichos. Lo que no podemos decir, lógicamente, es que, si Dios no actúa de acuerdo con nuestras preferencias morales, entonces Él no puede existir en perfección moral. ¡Esto hace al crítico el último estándar de moralidad!

Para ponerlo de otra manera, afirmar que Dios no puede existir o no puede ser perfectamente moral a menos que esté de acuerdo con mis preferencias morales es decir esto: "Soy moralmente perfecto, así que si Dios y yo difundimos en algún asunto moral, la única razón posible es que Dios está defectuoso, y yo no ". Una vez más, una persona no está lógicamente impedida de adoptar este enfoque. Pero solo porque es una perspectiva posible no significa que sea razonable.

¿Significa esto que nunca podría haber una circunstancia donde la supuesta moralidad de Dios entra en conflicto con lo que vemos en nuestra experiencia? De ninguna manera. El problema, para el crítico, es que muchas de las reglas que él afirma que Dios no cumple son simplemente ficticias. Dios nunca promete hacer la vida de todos más fácil o mejor, ni promete alterar la causa y el efecto simplemente a capricho nuestro. Hay un contexto eterno y una condición espiritual para lo que Dios nos dice sobre el sufrimiento y el mal en este mundo. Esta es una parte clave de cualquier teodicea razonable.

Entonces, ¿por qué permitir el mal?

La lógica dice que Dios no tiene que crear el mal para que haya mal. La lógica dice que Dios no tiene que ajustarse a nuestras preferencias morales para ser perfectamente bueno. Entonces, ¿cómo puede una persona racionalizar la existencia del mal de una manera relevante para nuestra propia experiencia?

El primer punto que se debe entender es que Dios es consistente en su "permiso" de nuestro libre albedrío y la función natural de su creación. Como cualquier caso, es el hecho de que Dios es consistente en sus comportamientos morales que agrava en gran medida al escéptico. Esto se debe a que la consistencia de Dios se opone a nuestras preferencias humanas: preferiríamos que Dios doble o rompa las reglas para satisfacer nuestras propias preferencias egoístas.

Por ejemplo, Dios es consistente al permitir a los seres humanos un amplio uso del libre albedrío. Esto incluye permitir a las personas la libertad de rechazar Su voluntad y despreciar Sus mandamientos. Esto puede resultar en consecuencias para aquellos que eligen desobedecer. Al mismo tiempo, gran parte del sufrimiento del hombre en la tierra se debe a las decisiones de otras personas. Allí, novamente, Dios es consistente en permitir a la humanidad la libertad de actuar.

Esto no es más que una reformulación del argumento anterior sobre permitir el potencial para el mal, porque, sin él, no hay potencial para el bien. Las mismas leyes naturales que nos permiten construir rascacielos y desarrollar medicamentos pueden ser abusadas para fabricar bombas y drogas ilícitas. Son las mismas leyes que producen terremotos y huracanes. Con demasiada frecuencia, tomamos decisiones conociendo los riesgos involucrados o con la intención deliberada de mal utilizar la creación y luego culpamos a Dios cuando esos problemas potenciales se materializan.

El segundo punto a destacar es que Dios no está inmóvil, en silencio e inactivo ante el mal. Aquí, novamente, es un punto donde el crítico se vuelve inconsistente. Las mismas voces que intentan decir: "Dios no está haciendo suficiente esfuerzo para detener el mal" son casi siempre las mismas que objetan cuando Dios hace algo para detener el mal. Los incidentes a los que los críticos de la Biblia apuntan más a menudo como evidencia de la supuesta inmoralidad de Dios (como la destrucción de Sodoma) fueron momentos en los que Dios declaró explícitamente que Sus acciones eran una respuesta a la malevolencia. Eran Sus medios para detener y prevenir más mal.

El mismo crítico que grita: "Dios no hace nada acerca del mal", es a menudo la misma persona que llama a Dios inmoral por sus acciones en el diluvio. O contra los Amalecitas. O en Jericó. Dios ya ha tomado medidas para neutralizar y contrarrestar el mal. Decir que Él hace "nada" es simplemente falso. Quejarse de que Él hace "demasiado" para detener el mal está muy bien, pero eso hace que la teodicea sea irrelevante y el problema del mal sea nulo.

El tercer punto es que tenemos una perspectiva limitada. Este no es un argumento muy convincente, especialmente para alguien hostil a la idea de Dios. Pero, lógicamente, hay que decir que el Dios bajo examen se postula como omnisciente, omnipotente, eterno y omnipresente. Nosotros, por supuesto, no lo somos. A menudo escuchamos a los empleadores, al personal militar, a los padres, a los médicos y a otros recordándonos que hay cosas que ocurren "detrás de escena" que simplemente no podemos entender. Nuestra incapacidad para entender ciertas decisiones no es una evidencia dura de que esas decisiones estén equivocadas. No significa más que tenemos un entendimiento incompleto.

Finalmente, hay que tomar todas las críticas del mal en el contexto completo de la enseñanza cristiana. Si esta vida fuera todo lo que hay, entonces el problema del mal sería un problema mucho mayor. Sin embargo, según la Biblia, esta no es la única vida que vamos a vivir. Una persona puede rechazar esa creencia, pero no puede criticar al Dios de la Biblia y Su moralidad como si la vida después de la muerte no fuera una parte intrínseca de la comprensión moral cristiana. Los cristianos creen que todas las injusticias, todas y cada una de ellas, serán tratadas algún día. Creen que Dios está actuando para refrenar el mal ahora, justo como lo ha hecho en el pasado. La Biblia deja en claro que las luchas que experimentamos ahora no son el propósito para el que existimos, ni definen nuestro valor. En cambio, hay un punto en el sufrimiento y un plan que implica hacer que todas las injusticias se corrijan.

De vuelta al principio

Mirando estas ideas, entonces, podemos ver que la versión de Epicuro del problema del mal sufre de una falla fatal. Esto se puede resumir en una simple declaración: el "Dios" que critica Epicuro no es el Dios de la Biblia. En otras palabras, la crítica de Epicuro solo funciona contra las deidades del politeísmo griego y en el contexto de una visión politeísta de la realidad.

El cristiano puede responder a Epicuro de la siguiente manera:

¿Está Dios dispuesto a prevenir el mal, pero es incapaz? Entonces no es omnipotente. Dios está dispuesto a limitar el mal y ha actuado para hacer precisamente eso. Entonces, Él sigue siendo omnipotente.

¿Es él capaz, pero no está dispuesto? Entonces es malévolo. Dios es capaz, pero no está dispuesto, a abolir nuestro libre albedrío. Entonces, Él sigue siendo omnibenevolente.

¿Es él capaz y está dispuesto? ¿Entonces de dónde viene el mal? Dios ha actuado para derrotar al mal. El mal viene simplemente cuando nos quedamos cortos de Su voluntad.

¿No es él capaz ni está dispuesto? ¿Entonces por qué llamarle Dios? Dios no está dispuesto a impedir nuestro libre albedrío. Su desaprobación no lo hace menos Dios.

Y, a la versión más amigable con la cultura popular de Lex Luthor, el cristianismo puede responder de la siguiente manera:

"Si Dios es todopoderoso, no puede ser todo bueno. Y si él es todo bueno, no puede ser todopoderoso." Dios puede ser todo poderoso y elegir no actuar según tus preferencias. Cuando dices "todo bueno", realmente quieres decir "haciendo las cosas a mi manera"; y cuando dices "todopoderoso", realmente quieres decir "capaz de hacernos simultáneamente libres y robóticos", lo cual es absurdo. Un Dios todopoderoso y totalmente bueno puede permitir el mal para obtener el bien mayor y eterno.

Los seres humanos siempre lucharán con el problema del mal. La teodicea no es un intento de hacer que Dios parezca lo más atractivo posible. De hecho, lo opuesto es cierto. Una teodicea verdaderamente racional debe comenzar con la admisión de que nuestra aversión por algo no lo hace falso. La pregunta no es si Dios es compatible con nuestras preferencias personales. El problema del mal es simplemente el debate sobre si Dios es lógicamente posible o no. La teodicea, tomando toda la lógica y evidencia juntas, dice claramente que Él es, nos guste o no.

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