Pregunta
¿Quiénes son la semilla de Abraham?
Respuesta
La pregunta "¿quienes son la semilla de Abraham?" puede ser respondida de varias maneras, y es importante hacer algunas distinciones. Hay la Semilla de Abraham (siendo Semilla en singular); hay la semilla de Abraham físicamente (descendientes de Abraham según la carne); y está la semilla de Abraham espiritualmente (aquellos que, como Abraham, tienen fe en Dios).
La Semilla (singular) de Abraham es Cristo, como dice Gálatas 3:16, citando Génesis 12:7, "Fueron hechas las promesas a Abraham y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo". El pasaje continúa explicando que una herencia fue prometida a la Simiente de Abraham (Cristo) aparte de la Ley. Más tarde, se introdujo la Ley Mosaica, pero no anuló las promesas hechas a Abraham o a la Simiente de Abraham (Cristo).
Así como Abraham creyó en Dios y su fe fue contada como justicia (Génesis 15:6), así también todos los que hoy creen en el Hijo de Dios son justificados aparte de la Ley. De esta manera, Abraham es el "padre" de todos los que creen (Romanos 4:11-17). "Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa" (Gálatas 3:29).
Por supuesto, la semilla de Abraham también puede referirse al pueblo hebreo que descendió de Abraham a través de Isaac. Aún más ampliamente, la semilla de Abraham podría incluir a los árabes, que rastrean su linaje a través de Ismael. Esta es la semilla física de Abraham. La semilla espiritual de Abraham (creyentes en Jesucristo) está compuesta por personas de todas las nacionalidades y etnias.
Los líderes religiosos judíos del primer siglo se enorgullecían de ser la semilla de Abraham. Veían su conexión física con Abraham como una garantía del favor de Dios. Esta actitud les impidió ver su necesidad de arrepentimiento del corazón, y trajo la condenación de Juan el Bautista, quien les advirtió que se arrepintieran. Anticipándose a su argumento de que eran la semilla de Abraham, Juan dijo: "Y no penséis decir dentro de vosotros mismos: Tenemos por padre a Abraham; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras." (Mateo 3:9).
Jesús trató con el mismo problema más tarde. Hablando a los judíos incrédulos, Jesús enfatizó su necesidad de recibir sus palabras como verdad y obedecer sus mandamientos. Ellos respondieron: "Semilla de Abraham somos" (Juan 8:33, KJV). Jesús entonces los reprende por conspirar formas de asesinarlo; su obstinada respuesta fue nuevamente: "Abraham es nuestro padre" (versículo 39a). En esto, Jesús hace una distinción entre la semilla física de Abraham y la verdadera semilla espiritual de Abraham: "Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais" (versículo 39b). La conversación se calienta cuando los judíos por tercera vez mencionan su conexión con Abraham: "¿Eres tú mayor que nuestro padre Abraham?" le preguntan a Jesús (versículo 53). Jesús los provoca aún más: "Vuestro padre Abraham se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó" (versículo 56). Los judíos se quedan atónitos ante la afirmación de Jesús de ser contemporáneo de Abraham, y es entonces cuando Jesús lleva el intercambio a un clímax con una afirmación de plena deidad: "De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy" (versículo 58). En un furor, los judíos intentaron apedrear a Jesús (versículo 59), demostrando una vez más que ser la semilla física de Abraham no es suficiente, tenían que nacer de nuevo (Juan 3:3).
Pablo resume la diferencia entre las semillas de Abraham en Romanos 2:28-29: "Porque no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios".
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